Descubren un gusano cuya musculatura se adapta a los vuelos espaciales

C. Elegans, Gusanos que se adapta a los vuelos espaciales
WORMATLAS
Actualizado: miércoles, 11 julio 2012 17:35


MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un equipo internacional de científicos, con la ayuda del astronauta de la ESA en al Estación Espacial Internacional (ISS), Andree Kuipers, han descubierto que el gusano 'Caenorhabditis elegans' se adapta a los vuelos espaciales. Así, tras su estancia en el módulo espacial, el animal presentó menos tóxicos en sus músculos que si se hubiera quedado en la Tierra.

Según han indicado los expertos, se eligió al 'C. elegans' por ser la primera forma de vida multicelular de la que se tenía el mapa completo de su estructura genética. En su primer viaje al espacio, en 2004, Kuipers fue acompañado de algunos de estos gusanos microscópicos y, ahora se han terminado las investigaciones sobre su estancia en la ISS.

Gracias a este trabajo, publicado en 'Nature', los investigadores han podido constatar que siete genes de este gusano son menos activos en el espacio que en la Tierra y, "sorprendentemente los gusanos parecían funcionar mejor sin ellos", destaca uno de los autores del estudio, Nathaniel Szewczyk.

Tras la llegada del gusano a la Tierra, los investigadores intentaron repetir la situación que vivió el gusano dentro del laboratorio y 'apagar' los siete genes que en el espacio eran menos activos. La conclusión fue que "aquellos gusanos que vivían sin los siete genes lo hicieron durante más tiempo y de manera más saludable", ha indicado Szewczyk.

Al respecto, el investigador ha explicado que el tono muscular tiende a disminuir en el espacio, pero los resultados de este estudio sugieren que los músculos del animal "se adaptan en vez de reaccionar contra su voluntad a las condiciones espaciales". "Contra lo que, los músculos en el espacio puede envejecer mejor que en la Tierra. También puede ser que el vuelo espacial retrase el proceso de envejecimiento en estos animales", ha señalado.

El científico ha apuntado que "los seres humanos comparten alrededor del 55 por ciento de los genes con 'C. elegans' por lo que el siguiente paso es investigar la respuesta del músculo humano a los vuelos espaciales" y comprobar si el hombre también se puede llegar a adaptar.