MADRID, 19 Abr. (EDIZIONES) -
El año pasado los cuerpos de seguridad del Estado registraron en España un total de 475 incidentes relacionados con delitos de racismo, casi un 25 por ciento más que en el año anterior, según un informe presentado esta semana por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Este aumento de casos viene precedido por advertencias de ONG, que como Sos Racismo, llevan tiempo alertando de un "importante" incremento en los casos de racismo que atienden.
Sos Racismo ha achacado este fenómeno al aumento de las tensiones sociales y la sensación de inseguridad que provoca el contexto actual de crisis.
El racismo es, dentro de los denominados delitos de odio --aquellos que atentan contra una persona por su pertenencia a un determinado grupo-- el segundo más común en España, sólo superado por los delitos por razón de la orientación sexual de la víctima (con 513 casos).
Los incidentes por racismo se han registrado en casi toda España (salvo las provincias de Burgos, Lugo, Ourense, Palencia, Segovia y Zamora), pero algunas regiones destacan por el número de casos.
Las provincias con una tasa mayor de este tipo de delitos son Vizcaya, Guipúzcoa, Girona, Soria y Toledo, por ese orden. Todas ellas superan la tasa media de este tipo de incidentes, que en España se sitúa en 0,97 por cada 100.000 habitantes.
En el siguiente mapa puedes comprobar cuál es la tasa de incidentes racistas registrados por la Policía en cada provincia. Además, puedes cambiar el filtro para ver la tasa de otro tipos de delitos de odio.
Los delitos de odio se distribuyen en estas seis categorías siguiendo una clasificación internacional establecida por la Agencia Europea de Derechos Humanos. Pese a que esta nomenclatura oficial se les llame delitos, algunas de las conductas registradas en este informe tan sólo son consideradas faltas administrativas en las leyes españolas.
El racismo no es el único fenómeno que ha aumentado en el último año. El informe también recoge un elevado aumento de incidentes relacionados con el antisemitismo, un 700%; acciones contra mendigos, un 175%; creencias o prácticas religiosas, un 50% y orientación sexual, 13,5%.
El único ámbito que baja son los crímenes contra discapacitados, que ha disminuido un 31,4%.
Actitudes racistas, de odio a personas que piensan diferente o tienen otro tipo de creencias y que en la mayoría de los casos --al menos la mayoría de los casos que llegan a tener conocimiento la Policía-- se traducen en lesiones, abusos sexuales, amenazas y vejaciones leves.
La mayoría de las veces este tipo de incidentes tienen lugar dentro de viviendas y las víctimas son, en un 54 por ciento, mujeres, y en el 25 por ciento de las ocasiones, menores de edad.
Las líneas marcadas por el Gobierno para acabar con este tipo de delito son la concienciación de la sociedad y la formación policial, que los agentes estén "mejor preparados para calificar e identificar dónde ha un delito de odio". Para ello cuentan con un protocolo de actuación desde el pasado diciembre.
