Cádiz.- Sucesos.- Multado un vecino de Chipiona con 3.000 euros por arrojar a un perro por la ventana del coche y huir

Actualizado: jueves, 19 julio 2007 15:15

CHIPIONA (CÁDIZ), 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Gobernación, a través de la Dirección General de Espectáculos Públicos y Juegos, ha impuesto una multa de 3.000 euros a un vecino de Chipiona (Cádiz) por arrojar a un perro por la ventanilla de su vehículo y huir al percatarse de la presencia de la Policía Local de este municipio, siendo necesario que los agentes le diesen el alto para que el conductor parara el coche.

Según informó la Junta en un comunicado remitido a Europa Press, los hechos se produjeron sobre las 8.00 horas del 18 de mayo de 2006 cuando dos agentes policiales que se encontraban patrullando por la calle Arroyo de la localidad contemplaron cómo un vehículo marca Hyundai Accent se paraba y desde una de sus ventanillas arrojaban un perro de pequeño tamaño.

Una vez arrojado el perro, el conductor aceleró la marcha del turismo para que no le alcanzara el animal y al darse cuenta de que lo había visto la Policía, que lo siguió logrando que se parara tres calles más adelante.

Según el atestado de los agentes, el infractor reconoció ser el propietario del animal, argumentando que lo había dejado en la vía pública por no poder hacerse cargo del mantenimiento del mismo. El perro, que fue recogido de la calle por los agentes, fue trasladado al centro de acogida de animales 'El Refugio' en Chipiona.

DIFERENTES VERSIONES

Posteriormente, el infractor se desdijo de su declaración y afirmó que el perro no era suyo sino que a su mujer le llamó la atención cuando ambos iban en el coche, por lo que redujo la marcha para comprobar si se trataba de un perro abandonado y que, al no estar seguro, continuó su camino.

Además, también negó que la Policía le diera el alto, asegurando únicamente que los agentes se pararon junto a su coche en un semáforo y le preguntaron si el perro era de su propiedad, a lo que contestó que no.

No obstante, sus argumentos fueron rechazados por el instructor del caso, ya que el informe de los agentes tiene valor probatorio y el conductor no aportó prueba ni testimonio alguno que respaldaran sus nuevos argumentos.

El abandono del animal, que además carecía del microchip identificativo, infringe la Ley de Protección de los Animales, que en su artículo del artículo 38 califica de infracción muy grave "el abandono de animales no registrados ni identificados", previendo una sanción de entre 2.001 y 30.000 euros.

Así, al valorar el instructor tanto los hechos como la intencionalidad del abandono, que considera probada "por el hecho de acelerar la marcha al verse sorprendido por la Policía Local", le impuso una multa de 3.000 euros.