LOS BARRIOS (CÁDIZ), 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
Quirónsalud Campo de Gibraltar ha aconsejado especial precaución ante las picaduras de insectos en época estival, sobre todo entre los más pequeños, donde las reacciones, según el especialista en alergología Ignacio García Núñez son "más importantes y escandalosas, sobre todo por tener la piel más suave y delicada y por presentar menos tejido laxo o adiposo".
En una nota, Quirónsalud Campo de Gibraltar ha recordado que las picaduras pueden producir una reacción leve menos de diez centímetros de diámetro--, una reacción local extensa -- de mayor diámetro--, una reacción en la piel generalizada --con urticaria, angioedema--, un cuadro grave --con ahogo, mareos, náuseas, vómitos, sensación de gran mal o muerte inminente--, o anafilaxia, que es la menos habitual y afecta a dos o más órganos del cuerpo.
Según indica el especialista en alergología del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, Ignacio García, "las picaduras no distinguen entre niños y adultos, aunque como los menores suelen pasar más tiempo al aire libre se convierten en la diana más frecuente para dichas picaduras".
Así, ha hecho hincapié en que se tengan en cuenta las reacciones locales extensas, tras la acción de una avispa o una abeja, "que pueden evolucionar a un cuadro más generalizado, con urticaria o anafilaxia", por lo que "deben tener especial cuidado y ser vistos una vez al año por un alergólogo", así como las personas que presenten cuadros de hinchazón en una zona diferente a la de la picadura, que se catalogan como reacciones generalizadas.
Además, según García Nuñez, "es importante tener en cuenta las picaduras en la cara y el cuello", ya que "son muy escandalosas por la deformidad que producen por la ausencia de tejido laxo en la cara y por la compresión en el cuello, generando una sensación de ahogo".
Por otra parte, ha indicado que ante la picadura de una abeja o avispa hay que "mantener la calma y aplicar hielo en la zona o un trapo limpio humedecido". Asimismo, ha añadido que "la extracción del aguijón debe hacerla el especialista, porque se corre el riesgo de meter más veneno en el cuerpo o extender la picadura por arrastre".
Además, según el doctor García Nuñez, hay que "usar antihistamínico para reducir el picor o algún antiinflamatorio para rebajar el dolor y la inflamación". Igualmente, ha indicado que en pacientes diagnosticados de alergia al veneno de avispas o abejas y con reacciones moderadas graves, el uso de autoinyectores de adrenalina es la solución que puede salvar sus vidas, aunque tras su aplicación se debe acudir al servicio de urgencias más próximo.
Por otra parte, ha recordado que en el Servicio de Alergología del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar se efectúa un estudio a los pacientes con sospecha de alergia al veneno de avispas o abejas en función de una historia clínica donde se valorará el insecto causante de la reacción y el tipo de resta, así como factores agravantes.
En este sentido, ha añadido que "en los casos de pacientes con cuadros generalizados (urticarias, anafilaxias), se plantea la posibilidad de vacuna, que es el único tratamiento curativo con una efectividad cercana al 90-95 por ciento".
Además, "los pacientes con cuadros generalizados serán adiestrados en el manejo de autoinyectores de adrenalina, para su administración en caso de una reacción moderada-grave, ya que le salvará la vida en caso de nuevas picaduras".
