Arquitectos creen que la obra pública "no puede ser la tabla de salvación" y abogan por la rehabilitación

La decana del COAH, Noemí Sanchís.
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 12 julio 2015 10:55

Sanchís incide en la antigüedad del parque de viviendas y edificios y defiende un pacto social para la rehabilitación

HUELVA, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva (COAH), Noemí Sanchís, ha asegurado que la obra pública "no puede ser la tabla de salvación del sector" y por tanto, ha defendido la importancia de impulsar la rehabilitación de edificios.

En una entrevista concedida a Europa Press, Sanchís ha remarcado que "la obra pública no puede ser la tabla de salvación del sector, sino la potenciación de la rehabilitación de los barrios de nuestras ciudades" ya que los datos "parten de la antigüedad de los edificios que los componen y de la ineludible necesidad de mejorar la calidad de vida del ciudadano".

La decana, que ha analizado la situación de la actividad arquitectónica y de la construcción, sostiene que "la obra pública debe mejorar mucho en aspectos concursales y criterios de adjudicación de obras y proyectos", que deben serlo en base a licitaciones "rigurosas" y con unas previsiones económicas "reales".

En concreto, ha reiterado que se deben realizar previsiones económicas "reales" realizadas por las administraciones públicas, en las que, a su juicio, "ya se ha demostrado que es preciso poner coto a determinadas malas prácticas en estas materias, a veces por falta de previsión y rigor técnico, que sólo puede ser garantizado por profesionales cualificados".

Sanchís, que ha señalado el incremento de exclusión social de barrios "difícilmente recuperables" o de zonas en las que las condiciones de habitabilidad, seguridad estructural, o accesibilidad "se ven cada vez más comprometidas", se ha referido a las "altas trabas" económicas y sociales para revertir la situación de forma sistemática, pues las subvenciones "puntuales no pueden llegar a todos".

Del mismo modo, considera que otro de los aspectos que dificulta el paso a la rehabilitación es "la falta de concienciación" del usuario sobre el impacto del gasto energético en un edificio o en una vivienda, y del deber de los propietarios en la conservación, mantenimiento y rehabilitación, y sus beneficios.

En su opinión, esto responde a "un desconocimiento sobre el elevado potencial de ahorro energético que se puede aprovechar, junto al beneficio que supone la revalorización del precio de las edificaciones que conllevaría su rehabilitación energética, lo que dificulta actuaciones en este sentido".

Además, ha precisado que por cada mil viviendas rehabilitadas se generan 450 puestos de trabajo anuales, la intervención de cien técnicos y se consigue un ahorro entre 2,7 y 3,5 millones al eliminar los subsidios de desempleo de los profesionales que se incorporaran a la actividad, además de reforzar "la autoestima y el nivel de vida de la población, lo que repercute sobre la actividad de otros sectores".

ESTADO DE LA VIVIENDA

Por otro lado, la decana ha explicado que la mayor parte de las viviendas de los pueblos y ciudades tienen más de 30 años por lo que precisan "de forma imperativa" ser rehabilitadas o reformadas.

"Este es un problema muy real que no puede depender de las políticas sociales del gobierno de turno o de subvenciones puntuales por excesos de tesorería, más bien al contrario parece que debería ser objeto de un pacto social continuado en el tiempo", ha enfatizado.

En concreto, la decana del COAH ha destacado que el 50 por ciento de los edificios de tres o más plantas sobre rasante no poseen ascensor", al tiempo que ha indicado que 1,7 millones de personas en Andalucía residen en viviendas en altura sin ascensor, "con tintes dramáticos para las más de 165.075 personas con discapacidad y para el colectivo de las personas mayores, prisioneros en sus propias viviendas durante años".

Un 50,1 por ciento, "algo más de la mitad del parque residencial regional", fue construido sin atender a una normativa de eficiencia energética, por lo que esto ha dado lugar a "una deficiente calidad energética de los edificios y sus instalaciones, lo que eleva su gasto energético a niveles relativamente altos", ha agregado.

En definitiva, según ha subrayado Sanchís, en la sociedad se da "una falta de cultura de la rehabilitación en general, y en particular, en los inmuebles de propiedad horizontal en relación con el mantenimiento y conservación del edificio". "Se tiende a distinguir entre las obras de reformas y adecuación de 'tu vivienda' frente a las obras de rehabilitación de todo el edificio de viviendas", ha explicado la decana del COAH.

Además, Sanchís ha hecho hincapié en los barrios tradicionales y edificios de hace décadas, con población envejecida y problemas estructurales, de habitabilidad y accesibilidad que el mantenimiento habitual "no puede solventar sin intervenciones expresas en materia de rehabilitación", así como considera que en los núcleos rurales y menores, hay conjuntos históricos "abandonados por la ausencia de inversión adecuada" que invierta esta tendencia "degenerativa y reactive el sector turístico y de servicios en torno a su valor".

CRISIS DEL SECTOR

"La sociedad onubense y andaluza en general y el sector de la construcción, en particular, han sufrido más de siete largos años de crisis económica, sin una recuperación sustancial de un sector con grandes dificultades para la reconversión de los profesionales de la construcción y gran vulnerabilidad por parte de los grupos de mayor edad", ha proseguido.

En este sentido, ha remarcado que el sector tampoco dispone de otras actividades "con capacidad para absorber esa mano de obra, cuyas familias se encuentran con una situación de precariedad".

Tras recordar la complicada coyuntura que ha atravesado y atraviesa el sector de la construcción, la decana del COAH ha indicado que el mismo ha sufrido "una caída de la actividad de hasta un 98,5 por ciento y una desaparición del tejido empresarial en torno al 83 por ciento con una pérdida del 50 por ciento de la representatividad y competitividad andaluzas en el panorama nacional".

"Una destrucción de empleo en el sector en torno al 93 por ciento, más de 300.000 puestos de trabajo, hasta dos tercios del desempleo total andaluz, sin contabilizar los autónomos, que suponen más de un 30 por ciento de los afiliados al sector", ha insistido Sanchís.

En esta línea, la decana ha apuntado que, además del descenso de obras, se ha producido un encarecimiento de los productos de construcción del 20 por ciento frente a una reducción de salarios y honorarios del 70 por ciento, "sin perspectivas de recuperación, ni reconocimiento de cualificaciones para poder al menos emprender un proyecto migratorio o de internacionalización de servicios".

A su juicio, otro de los escollos del sector es el intrusismo profesional, la economía sumergida y competencia desleal, "hasta de un 29,3 por ciento del PIB generado por el sector".

En definitiva, Sanchís ha subrayado que el descenso del poder adquisitivo de las familias también ha afectado a la actividad arquitectónica, al tiempo que ha asegurado que "las clases más desfavorecidas ocupan las viviendas más antiguas con mayor urgencia para ser rehabilitadas o reformadas", por lo que la propia falta de recursos de sus propietarios o acceso a financiación hacen "inviables" estas obras.