HUELVA 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Centro Puerta Abierta de Cáritas Diocesana-Huelva, que ofrece distintos servicios a personas que carecen de alojamiento, se ha encontrado "totalmente desbordado" en los primeros meses del año, con un nivel de atenciones "muy por encima de sus posibilidades", recibiendo a más de 120 personas en un sólo día, cuando la previsión de capacidad del mismo es de 30, cuatro veces la capacidad que tiene este recurso.
Según explicó Cáritas Diocesana en una nota, este centro, que ofrece servicios como ducha e higiene, lavandería, consigna y taquilla, desayuno, recargas de baterías de móviles, entre otros, se constituyó como un espacio de atención para las personas sin hogar pero, sin embargo, desde hace ya varios años "viene siendo también el único lugar que encuentran los cientos de temporeros en el primer punto de llegada a la provincia --su capital-- en el que pueden encontrar respuesta a necesidades como la higiene o la consigna de objetos".
Cáritas aseguró además que este año la afluencia de personas en esta situación "ha sido notablemente superior a la de años anteriores" y apuntó como consecuencias de este hecho que "se disminuye notablemente la calidad de la atención en el centro", ya que hay personas que deben esperar varias horas para ser atendidas, y cuando lo son, no se hace con el tiempo suficiente.
Así, subrayó que se termina despersonalizando la atención ya que apenas se cuenta con tiempo para entrevistas, seguimientos, coordinación con voluntarios. Además, se generan "situaciones de tensión" entre las personas que se atienden.
La escasez de recursos, el tiempo de espera, un espacio físico no preparado para la presencia simultánea de tantas personas, entre otros aspectos, "provocan crispación, discusiones y enfrentamientos que, afortunadamente, no han tenido mayores consecuencias, pero que podrían haber desembocado en sucesos más graves".
Por otro lado, esto provoca "malestar de los vecinos, que han estado viendo todos los días en la puerta de sus casas colas de varios metros de personas que quieren acceder a los servicios que se prestan en el centro y las situaciones que se generan a raíz de esto" y el aumento del gasto.
"Evidentemente la previsión del gasto se desborda. Atender tres o cuatro veces más personas de las previstas tiene una repercusión directa en el presupuesto" y lleva al agotamiento del personal voluntario y contratado del centro, que tiene que hacer un sobreesfuerzo ante esta situación.
Cáritas subrayó además que estos meses "se deja de realizar una labor que para nosotros es fundamental, el proyecto de atención a un colectivo tan necesitado como es el de las personas sin hogar pasa a un segundo plano y durante el tiempo de campaña se dejan de realizar muchas de las actuaciones previstas para este colectivo, acompañamiento en procesos de recuperación, gestiones básicas --médico, documentación, prestaciones--, salidas culturales y de ocio, talleres formativos y ocupacionales, espacios de participación de usuarios y voluntarios".
SENSIBILIDAD ADMINISTRACIONES
Tras realizar el balance de estos datos, Cáritas Diocesana explicó que han llegado a la conclusión de "la necesidad de no repetir esta situación en años posteriores y para ello estamos empezando ya a reorganizar el recurso para que durante los meses de campaña del año 2010 se pueda ofrecer una atención adecuada a estas personas".
Así, esta organización apuntó que es necesario que las administraciones "demuestren mayor sensibilidad hacia un problema público y pongan a disposición de las personas que llegan a la provincia a trabajar en la recogida de la fresa los recursos que éstas necesitan".
Por ello "deberían articularse medidas concretas como la disposición de duchas públicas, taquillas y consignas accesibles y seguras, espacios de calor, y todas aquellas medidas que palien la difícil situación de las personas que llegan a una ciudad nueva y no tienen los recursos suficientes".
Además, consideró necesario también la construcción de un nuevo albergue "que tenga capacidad suficiente para alojar a las personas que están de transito en la ciudad" y se refirió al hecho de que la "Administración ha hecho público ya un proyecto en esta línea pero se precisa, además, la sensibilidad de la ciudadanía que no debe ver amenazas donde no las hay y que debe aceptar en su vecindario dispositivos de este tipo como parte de las dotaciones" de la ciudad.
Cáritas concluyó así que seguirá intentando que los temporeros tengan una "atención digna", pero entendió que "sin esta sensibilidad y ese apoyo efectivo que estamos pidiendo a las administraciones y a la ciudadanía no será posible solucionar los problemas que cientos de personas han sufrido durante este año".