Fiscalía mantiene las penas para los acusados de introducir a una menor en un club de alterne

Audiencia Provincial  de Huelva
Europa Press/Archivo
Actualizado: martes, 5 junio 2018 16:02

Una testigo da coartada al acusado de violar a la menor en el baño de un bar camino a Ponferrada

HUELVA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía Provincial de Huelva ha mantenido la pena para A.G.V., M.P.V., J.P.P., los tres acusados de contactar supuestamente y convencer a una menor, residente en la provincia de Huelva, para ser introducida unos días en un club de alterne de Orense en abril de 2016, por lo que le pagaban 5.000 euros, con el fin de que ésta denunciara al dueño una vez allí y le cerraran el local, y mantiene a su vez el delito de abusos sexuales por parte de A.G.V., hacia la joven.

Por estos hechos, el Ministerio Fiscal pide para este último 18 años de prisión por un presunto delito de trata de seres humanos y de favorecimiento a la prostitución de menor de edad y de agresión sexual, al supuestamente abusar de la menor, y diez a los otros dos por los dos primeros delitos; el pago de una multa de 2.190 euros y de 50.000 euros a la víctima por los perjuicios causados, según el escrito de acusación consultado por Europa Press.

Los tres reconocieron en la primera sesión del juicio, que ha quedado visto para sentencia, que llevaron a la joven al citado club para que ésta denunciara al dueño una vez allí y la Policía lo cerrara, al ser menor, pero negaron que fuera violada por A.G.V., en el baño de una gasolinera, donde pararon camino de Ponferrada.

Unos hechos de los que este martes ha dado coartada la camarera de ese bar, donde los cuatro pararon antes de llegar a la provincia gallega, al asegurar que A.V.G., "estuvo hablando todo el tiempo" con ella" en la barra.

Durante su declaración, por videoconferencia, en el juicio en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva, esta mujer ha precisado que recuerda que "ese día era sábado, entraron los cuatro en el bar, yo los antendí y estuvieron unos 15 minutos comiendo", a lo que ha añadido que sí se dio cuenta de que "la joven fue al baño sola y de segundas --una vez que salieron del bar y ya estaban montados los otros tres en el coche-- pero que él no entró nunca".

Sin embargo, tanto la Fiscalía como la acusación han remarcado que "ese día no pudo caer en sábado, porque ya estaban de vuelta a la provincia de Huelva, y que los hechos no ocurrieron en ese bar, sino en otro, en el término municipal de San Esteban del Molar (Zamora)", por tanto no creen la versión de esta mujer.

En esta sesión también ha declarado la que era novia de J.P.P., otro de los acusados, cuando sucedieron los hechos, y ha asegurado que tanto él como la menor, a la que no llegó a conocer en persona pero con la que habló por teléfono, le pidieron "que fuera su coartada al objeto de que sus padres no supieran lo que iba a hacer".

Al respecto, ha remarcado que la joven "conocía desde el principio a lo que iba a Galicia, ella era como un cebo para una venganza: tenía que meterse en un club de alterne y luego denunciar que había una menor trabajando allí para que lo cerraran", no obstante ha asegurado que este plan fue ideado por A.V.G., y no por el que era su suegro, ya fallecido, como mantuvieron este lunes los tres acusados.

También ha prestado declaración la tía de la víctima quien ha recordado que, según le contó su sobrina y ella denunció a la Guardia Civil, A.G.V., "la violó en el baño del bar en el que pararon llegando a arrancarle el mono que llevaba puesto" y que, al terminar, "le tiró 300 euros y le dijo esto es lo que tú vales". Al respecto, ha asegurado que cree a su sobrina, la cual "ha tenido que acudir a un psicólogo por estos hechos".

LAS SECUELAS, "COMPATIBLES" CON UNA VIOLACIÓN

Por su parte, han declarado dos médicos forenses que trataron a la menor en octubre de 2016, seis meses después de los hechos, una vez que la joven los denunció, y se han ratificado en su informe al asegurar que la joven padeció un cuadro ansioso-depresivo con alteraciones de sueño, pesadillas, baja autoestima, falta de concentración y sentimientos de culpabilidad con alteraciones en la esfera de su vida sexual, necesitando tratamiento psicoterapeutico y precisando para su curación un total de 90 días y, como secuelas, le quedaron trastornos neuróticos y estrés postraumático con fenómenos de evocación, evitación e hiperventilación frecuentes.

Al respecto, ambos han coincidido en que estas secuelas "son compatibles" con este tipo de hechos, así como que es frecuente la omisión de la agresión en un primer momento y reconocerla, ya que "existe un bloqueo", a lo que han añadido que "el cuadro secuelar no aparece en el momento de los hechos sino que se van desarrollando poco a poco".

Por último, la pareja de la menor cuando sucedieron los hechos ha declarado en último lugar y ha precisado que "en un principio le dijo que iba a trabajar en un bar, pero después me enteré de lo sucedido, y cuando volvió, estuvo en mi casa una semana, y ella me dijo que habían abusado de ella".

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