Huelva.- Ecologistas considera que el CRI-9 "no puede convertirse en otro cementerio nuclear en las marismas"

Europa Press Andalucía
Actualizado: viernes, 8 febrero 2008 15:20

HUELVA 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

Ecologistas en Acción de Huelva consideró hoy que el Centro de Recuperación de Inertes (CRI-9), en las marismas de Mendaña (Huelva), "no puede convertirse en otro cementerio nuclear", todo ello tras el depósito en esta zona de las 7.131 toneladas de cesio-137 "radiactivo" procedentes de los residuos del accidente de Acerinox ocurrido en la Bahía de Algeciras en 1998.

En un comunicado de prensa, la organización ecologista aseguró que "es de máxima urgencia y necesidad" la retirada "íntegra" de las 7.131 toneladas de cenizas radiactivas de las marismas de Mendaña y su traslado a un cementerio nuclear o a la propia factoría de Acerinox, "con un confinamiento adecuado a la categoría de peligrosidad de estos residuos".

En este sentido, señaló que "los elevados niveles de radiactividad por el uranio contenido en las balsas de fosfoyesos son una mezquina excusa para justificar el abandono de otros de máxima peligrosidad y con controles de mínimos a inexistentes".

Del mismo modo, tachó de "inaceptable" que la gestión de los residuos radiactivos de "alta actividad" procedentes del accidente acaecido en la factoría de Acerinox en mayo de 1998 "quede limitada a una cubrición mágica con una capa de arcilla, en un entorno natural mareal de fácil dispersión de los contaminantes y a escasos cientos de metros de la ciudad de Huelva".

Además, opinó que el informe de conclusiones emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) respecto a la situación radiológica del CRI-9 "viene a demostrar la bochornosa actuación por parte de este organismo en una situación en la que tiene las máximas competencias a nivel estatal", por lo que insistió en que "es inadmisible que, a poco de cumplirse diez años del incidente, el CSN evalúe que el confinamiento de los materiales no ha sido el adecuado y que los flujos de agua que circulan sobre los yesos parecen entrar en contacto con el material contaminado".

La organización criticó "la ocultación de información" y los "incumplimientos progresivos" por parte de Egmasa, a lo que añadió que el CSN, "actuando a golpe de denuncia ecologista, no puede decir ahora a la ciudadanía de Huelva que durante diez años el cesio-137 se ha estado esparciendo por el entorno más cercano, con los peligros mutagénicos y cancerígenos propios de un radionucleido como éste y la posibilidad de que haya alcanzado la cadena alimentaria".

Así, mostró su sorpresa por la "recurrente habilidad" con que la Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Huelva "lavan sus manos sobre los preocupantes problemas ambientales de Huelva, utilizando el silencio y la dejación de funciones como modelos habituales de trabajo en defensa de la salud y el medio ambiente".

Por último, exigió que se inicie la recuperación progresiva de las marismas del Pinar, del Rincón y de Mendaña, así como que "las 1.200 hectáreas ocupadas por estos dos cementerios nucleares de media y alta actividad sean devueltas al entorno natural que siempre perteneció a la ciudad de Huelva".

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