HUELVA 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 76,16 por ciento de las recetas expedidas por los médicos de familia y pediatras en los centros sanitarios de la provincia de Huelva, es decir, tres de cada cuatro, indican ya un principio activo en lugar de una marca comercial.
En este tipo de prescripción, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales implicados en el ámbito sanitario, el facultativo señala los datos del medicamento sin especificar ninguna firma comercial, favoreciendo de esta forma una mejor utilización de los fármacos, según indicó la Junta en una nota.
Además, tanto el facultativo como el paciente que acude a la consulta pueden identificarlo fácilmente al tratarse de un único nombre frente a la gran variedad de marcas que existen en el mercado y esta práctica también facilita a los profesionales sanitarios las búsquedas bibliográficas y el intercambio de información científica, ya que la denominación por principio activo es universal y es la que se estudia en las facultades y escuelas de Medicina de todo el mundo.
La inclusión del principio activo en las recetas se ha convertido en un método de prescripción habitual en los centros sanitarios de Andalucía, permitiendo además al sistema sanitario público un ahorro de 210,5 millones de euros desde finales de 2001.
De hecho, en septiembre de ese año las recetas por principio activo tan sólo representaban el 0,35 por ciento del total de las expedidas, mientras que en la actualidad el porcentaje ya sobrepasa el 76 por ciento en el caso de la provincia onubense.
Los resultados alcanzados con este tipo de prescripción han sido posibles gracias a la implicación de los médicos de la sanidad pública andaluza y, aunque la mayor parte de la prescripción por principio activo se sigue realizando en atención primaria, son cada vez más los facultativos de asistencia especializada que van adoptando esta forma de recetar.
RECETA ELECTRÓNICA.
Junto a la implantación de la prescripción por principio activo, la Consejería de Salud ha apostado en los últimos años por la denominada receta electrónica o Receta XXI.
Se trata de un novedoso modelo de prescripción y dispensación de los medicamentos y productos sanitarios incluidos en la financiación pública que aprovecha las nuevas potencialidades de la informática y las telecomunicaciones, aportando múltiples ventajas tanto a los profesionales sanitarios como a los ciudadanos.
Esta iniciativa evita a los enfermos crónicos tener que acudir periódicamente a sus consultas de medicina de familia sólo para renovar los tratamientos y gracias a Receta XXI, en un único acto el facultativo puede prescribir los fármacos que estime necesario, en la cantidad que el enfermo necesite para cumplir la pauta y duración del tratamiento.
Con ello, el usuario, que sale de la consulta sin las recetas tradicionales, acude a la farmacia y recoge los fármacos prescritos haciendo sólo uso de su tarjeta sanitaria, siendo el farmacéutico el que suministra el tratamiento durante el plazo indicado.