El obispo recuerda en su mensaje de Navidad a las personas sin hogar ante la importancia de la familia

José Vilaplana Blasco, obispo de Huelva.
EUROPA PRESS/OBISPADO
Europa Press Andalucía
Actualizado: jueves, 20 diciembre 2012 18:19

HUELVA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha recordado este jueves en su tradicional mensaje de Navidad a las personas que se quedan sin hogar ya que "todos sabemos lo importante que es el hogar para la vida de una familia, para el desarrollo armónico de la persona".

En su discurso, el obispo ha felicitado la Navidad y el Año Nuevo a los onubenses, a los que les ha deseado que "Cristo habite en su corazón". En esta línea, ha remarcado que "no podemos olvidar las palabras de Jesús que se identifica con los más pobres" y, desde ellos, ha reclamado "la capacidad de acogida para todos los que se queden sin hogar".

"¿No seremos capaces de construir una sociedad que ofrezca una vivienda digna para todos? ¿No encontraremos en la Navidad un estímulo para purificar todos los intereses egoístas que dejan excluidas a tantas personas en nuestro mundo?", se ha preguntado de forma retórica.

En su opinión, "si Cristo habita por la fe en nuestros corazones seremos constructores de un mundo en el que se experimente la fraternidad; si el amor es la raíz de nuestra vida seremos sembradores de esperanza, sembradores de paz en nuestra sociedad".

A su juicio, debemos preguntarnos: "¿quién habita en nuestro corazón?, ¿a quién pertenece?, ¿está acaso vacío?" puesto que se trata de preguntas que "no podemos eludir porque de su respuesta depende el sentido de nuestra vida".

Del mismo modo, considera que "cuando el corazón está habitado por alguien que nos ama incondicionalmente nos sentimos realmente contentos, dignificados y fortalecidos. Si Cristo habita en él, nuestro corazón será luminoso, limpio, estará lleno de alegría y de amor auténtico. Todo lo que salga de él será bueno, constructivo y aportará paz".

Ante esto, el obispo ha explicado que para esto es "necesario abrir la puerta, y esta puerta es la fe: acoger a Cristo en la fe, dejarlo entrar en nuestra vida, fiarnos y confiarnos a Él. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con Él".

Además, ha indicado que su segundo deseo es que "el amor sea la raíz y el fundamento de la vida", al tiempo que ha remarcado que "la Navidad es la celebración de la venida al mundo del Hijo de Dios, que ha entrado en la fragilidad de lo humano para mostrarnos el amor de Dios y hacer posible que nosotros podamos construir nuestra existencia sobre ese cimiento".

Finalmente, ha recordado que "la auténtica Navidad es acoger a Cristo en nuestro corazón y dejar que su amor sea la raíz de nuestra existencia".

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