Tribunales.-Piden más de 14 años de prisión al empresario que explotó ilegalmente a cuatro marroquíes en Cartaya

Actualizado: viernes, 13 noviembre 2009 19:37

HUELVA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Fiscal ha solicitado más de 14 años de prisión para un empresario marroquí acusado de explotar ilegalmente a cinco compatriotas el pasado año en la localidad de Cartaya (Huelva), al calificar los hechos como constitutivos de "un delito continuado de estafa, cinco delitos de imposición de condiciones laborales, un delito contra la Administración de Justicia y una falta de lesiones".

Según explicó en un comunicado el letrado de las víctimas, Fernando Osuna, quien pidió más de 40 años para el empresario marroquí acusado, que se encuentra en libertad provisional, el atestado de la Guardia Civil "ha servido de prueba de cargo, junto a las declaraciones de los cinco trabajadores, las cuales son firmes y unánimes y no ofrecen dudas sobre la veracidad de lo ocurrido". Del mismo modo, aseguró que el juicio se celebrará durante el primer trimestre de 2010.

Por otra parte, el Juzgado de lo Social número 1 de la Audiencia Provincial de Huelva condenó a este empresario a pagar 16.000 euros por "los salarios y otros conceptos retributivos y por la cantidad de horas extraordinarias que trabajaron" en un taller de su propiedad.

LLEGADA A ESPAÑA

La venida de estos inmigrantes a España supuestamente fue facilitada por el imputado, previo pago de 7.500 euros cada uno, a los que prometió, una vez regularizada su situación, unas condiciones de trabajo y salario posteriormente incumplidas, que incluía unos beneficios mínimos por su trabajo en un taller de confección de unos 1.500 euros y alojamiento sin ningún coste, al ser la vivienda propiedad del empresario, siendo, por el contrario, sus condiciones actuales de "auténtica explotación laboral", ya que "por dos meses de trabajo les pagó 200 euros a repartir entre los cinco denunciantes".

Cuando los agentes accedieron al interior del taller de confección encontraron que nueve personas compartían, con varias máquinas textiles, una superficie de 60 metros cuadrados, en unas condiciones de "total hacinamiento, sin ventilación y con escasa iluminación y trabajando 14 y 15 horas al día".