El choque del nuevo mundo de la inmigración y la vieja Europa, en 'El dios de madera' de Molina Foix

MÁLAGA 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El director y escritor Vicente Molina Foix presentó hoy, dentro de la Sección Oficial de la 13 edición del Festival de Cine Español de Málaga, la película 'El dios de madera', una "fábula" sobre el fenómeno migratorio y "la llegada del nuevo al viejo mundo".

En el filme se cuenta una doble pasión amorosa y un descubrimiento, enmarcados sobre el fondo de la inmigración ilegal. El principal espacio de la película es la casa en la que vive María Luisa --representada por Marisa Paredes--, que está comunicada, a través de una escalera de caracol, con el ático de su hijo Rober --interpretado por Nao Albert--, quien está enamorado de Rachid --Soufiane Ouaarab--, un antiguo socorrista marroquí que ahora es peluquero.

Por su parte, María Luisa, antes llamada Mavi, se enamora de Yao --interpretado por Madi Diocou--, un joven senegalés que vende en la calle y que es de religión animista.

El director resaltó en rueda de prensa que 'El dios de madera' tiene un fondo social en el que transcurre la acción dramática cómica y sentimental del filme. Así, resaltó que, aunque esta película está rodada en Valencia, es una historia que podría pasar en cualquier ciudad europea, en la que la inmigración se convierte "en algo fehaciente".

A este respecto, manifestó que como consecuencia de ello los dos protagonistas, Yao y María Luisa, "sienten distintas respuestas: la atracción y el temor". Además, Molina Foix indicó que en la película pretende reflejar un doble punto de vista: "la mirada nuestra a los demás y la mirada que ellos nos dan".

Por otro lado, comentó que la primera vez que habló con Madi Diocou le preguntó si hacia alguna actividad física, ya que interpretaría a un joven del que se enamora la protagonista, y él le contestó que su deporte "es correr delante de la policía" porque, aunque era un inmigrante legal, estaba vendiendo bolsos en la calle.

Marisa Paredes, por su parte, afirmó que el papel que interpreta en 'El dios de madera' es el de una mujer convencional, "con algo dentro que va a salir" y lo hará cuando conozca a Yao.

Preguntado por los periodistas sobre el grado de asimilación de la sociedad sobre la inmigración, Soufiane Ouaarab resaltó que "hace falta mucho trabajo" para llegar a ello, por lo que subrayó el papel de la educación para asimilar "esta realidad pluricultural". Una opinión que fue compartida también por Madi Diocou.

Al hilo de esto, la actriz Marisa Paredes aseveró que "el mestizaje es el futuro, el presente y el pasado", por lo que añadió que "no debemos escaparnos a eso", en tanto que es "enriquecedor".