Sospechan que el marido de la joven pudo contratar a un sicario a sueldo ya que "no se llevaba bien" con la víctima
VÉLEZ-MÁLAGA (MÁLAGA), 3 (EUROPA PRESS)
Los familiares de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años que falleció este pasado miércoles en Barranquilla (Colombia) tras recibir un disparo de un atracador mientras se encontraba en un bar, esperan que el cadáver de la joven sea repatriado y llegue a Vélez-Málaga, su localidad natal, "en ocho o diez días".
Juan Antonio Cortés, hermano de la fallecida, ha explicado a Europa Press que la familia ya se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores, que les ha informado de que los trámites de repatriación pueden demorarse "ocho o diez días", aunque están pendientes de recibir una nueva llamada que les confirme este extremo.
Cortés ha mostrado el pesar de toda la familia por la muerte de su hermana, un suceso que los familiares no consideran fruto de un atraco "sin más", sino que sospechan que el asesinato ha sido obra de un sicario a sueldo, "probablemente pagado por el marido de mi hermana", un ciudadano colombiano que emigró a España en 2001.
Según ha relatado, Irene y su pareja "no se llevaban bien" desde que ésta mantuvo una relación con otro hombre mientras su marido se encontraba en prisión, "a raíz de lo cual surgieron los celos, no había buena convivencia y el marido le juró venganza, y poco a poco ha logrado llevársela a Colombia, totalmente engañada, y ha pagado a un sicario para que la mate".
En los mismos términos se ha expresado Pedro Lucas, tío de la fallecida, quien se ha mostrado "convencido" de que la muerte de Irene "ha sido cosa de él". Lucas ha insistido en que el problema entre Irene y su pareja "arranca de atrás, y aquí sabíamos de sobra que él estaba aguantando hasta que ha logrado llevársela engañada, alegando que quería visitar a su padre enfermo y ver los carnavales".
"Ella no quería ir, porque nunca había estado en esa tierra, y porque había escuchado de mí, que he vivido cinco años allí, lo que hay en Colombia", ha continuado el tío de la víctima, que ha indicado que, días antes de que se marchara, le recomendó "que no se fuera a Colombia".
Según Lucas, la noche antes de salir de viaje, el marido de Irene le quitó 2.000 euros de la maleta, de los que utilizó una parte "para, supuestamente, pagarse un pasaporte falso, porque él estaba en libertad condicional y no podía salir de España, y con el resto ha pagado a un sicario para que le quiten la vida". "¿Cómo se entiende, si no, que una mujer le dé el bolso a un atracador y éste, encima, le quite la vida?", se ha preguntado.
Los familiares de la víctima han asegurado sentirse "muy mal" tras conocer la noticia, y han lamentado haber tenido que enterarse de la muerte de la joven "a raíz de una llamada del marido a uno de sus hijos, que sólo tiene 14 años, y no porque él se haya puesto en contacto con ninguno de nosotros, a los que ni siquiera nos coge el teléfono".
Según la familia, Irene "era una niña muy querida, tanto por sus familiares y vecinos como por los habitantes de Vélez-Málaga y Torre del Mar, ya que era muy conocida en todo el pueblo", y prueba de ello es que más de medio centenar de familiares y amigos se han concentrado este jueves frente al domicilio de la joven para reclamar "que se haga justicia y esto no quede así".
Irene Cortés, madre de cinco hijos, residía en la barriada de Pueblo Nuevo de la Axarquía, en Vélez-Málaga (Málaga), regentaba un bar de copas en el núcleo de población de Torre del Mar y, según sus familiares, era la primera vez que viajaba a Colombia.