El Ministerio de Agricultura da luz verde al Plan Guaro de Costa del Sol Axarquía en el que invierte 15 millones

Actualizado: sábado, 22 diciembre 2012 17:30

VÉLEZ-MÁLAGA (MÁLAGA), 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España, Miguel Arias Cañete, ha anunciado que invertirá el próximo año 15,3 millones de euros en el Plan Guaro, que garantizará los regadíos a unas 3.200 hectáreas de suelo agrícola y beneficiará a 5.000 agricultores de la comarca de la Costa del Sol Axarquía.

El alcalde de Vélez-Málaga, Francisco Delgado Bonilla, ha agradecido este sábado al ministro que haya dado luz verde a uno de los proyectos más demandados y esperados por los agricultores y regantes de esta comarca en los últimos años.

"Es una gran noticia para los miles de agricultores y regantes que llevan años exigiendo esta importante y necesaria actuación, que afectará a unas 3.200 hectáreas de suelo agrícola y beneficiará a unos 5.000 agricultores de un total de seis municipios malagueños: Vélez Málaga, Almáchar, Benamocarra, Benamargosa, Cútar e Iznate", ha manifestado el primer edil veleño en un comunicado.

REUNIÓN EN MADRID

Precisamente, el alcalde de Vélez-Málaga se reunió el pasado 28 de mayo en Madrid con Arias Cañete para trasladarle la preocupación de los regantes de la Axarquía sobre el bloqueo de este proyecto de modernización agrícola, que ha sido autorizado por el Consejo de Ministros.

"El ministro se comprometió a que estas obras serían una realidad en breves fechas y así ha ocurrido. El Gobierno de España cumple con sus compromisos y con la palabra dada, frente a otras Administraciones, como la Junta de Andalucía, que no hacen lo mismo", ha puntualizado.

El desbloqueo del Plan Guaro permitirá a los regantes de la margen derecha del río Vélez recibir agua del pantano de La Viñuela, unas infraestructuras con las que cuentan desde hace años los agricultores de la margen izquierda. Actualmente, estos regantes de la margen derecha cuentan únicamente con una conducción provisional que les obliga a bombear el agua para regar sus cultivos, lo que dispara sus costes.