MÁLAGA 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de acabar con la vida de otro para robarle el dinero que llevaba y comprar droga negó hoy ante el jurado popular que matara a la víctima, a la que aseguró no conocer ni haber hablado alguna vez con ella ni haber discutido, y aseguró que el día en que ocurrieron los hechos estuvo en su casa, recuperándose de una operación.
Un jurado popular juzga desde hoy a este hombre para el que la Fiscalía solicita 20 años de cárcel por los delitos de asesinato y robo, lo mismo que la acusación particular. Los hechos sucedieron en marzo de 2008, según el escrito provisional del fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, en las inmediaciones de una casa en ruinas de la capital donde solían reunirse toxicómanos para consumir drogas.
El acusado explicó que había ido a la zona varias veces a comprar drogas, pero que normalmente iba a consumir a su casa y no se quedaba allí. Insistió en que no sabía quién era al fallecido, pero sí dijo que conocía a gente que solía ir al descampado, en el que, según precisó, había algunos días en los que "entraba mucha gente". Además, señaló que el día de los hechos su compañera estaba en casa con él.
Las acusaciones sostienen que el procesado, que estaba en un estado de alteración por la necesidad de dichas sustancias, llegó a esgrimir un arma para intimidar a otra persona que estaba consumiendo una papelina, aunque al llegar otro hombre, se fue. Entonces se encontró con la víctima y para apoderarse del dinero que tenía, la amenazó con el arma blanca, según el relato provisional.
De hecho, señala inicialmente la Fiscalía, llegó a producirle heridas en la oreja izquierda, pero al no conseguir que el hombre le entregara la cartera, le clavó el arma dos veces, "con la intención de acabar con su vida", ocasionándole una herida que le atravesó el cuerpo a escasa distancia del corazón, afectando al estómago y otros órganos, lo que produjo su muerte.
Entonces, según señala el ministerio fiscal, el acusado se apoderó de la cartera de la víctima, que durante las horas previas a la agresión había consumido una cantidad importante de alcohol, por lo que estaba en un estado de confusión que determinó "una absoluta indefensión" y que no tuviera oportunidad de defenderse de esa presunta agresión.
Las acusaciones entienden que concurre en el caso del delito de robo con violencia y uso de armas la agravante de reincidencia, ya que el acusado ha sido ya condenado en al menos tres ocasiones por este delito, además de constare otra sentencia condenatoria por un delito de lesiones. Como indemnización para la familia de la víctima se solicitan 60.000 euros.