MÁLAGA 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un jurado popular encontró hoy, por mayoría de siete votos a dos, a un hombre culpable de "querer matar y haber matado" a otro que se negó a abonar las consumiciones pedidas en un bar situado en la localidad malagueña de Torremolinos, "propinándole puñetazos y patadas".
Tras la lectura del veredicto, la Fiscalía, que inicialmente calificó los hechos de un delito de asesinato, solicitó que se le imponga una pena de 13 años de prisión por el delito de homicidio por el que se le considera culpable y pidió una indemnización para la madre de la víctima de 180.000 euros.
Por su parte, la acusación particular, en representación de la madre se adhirió a la petición del ministerio fiscal, mientras que la defensa estimó que concurre la atenuante de dilaciones indebidas, al haber pasado ocho años desde que ocurrieron los hechos, por lo que solicitó dos años y medio de cárcel.
Respecto a los familiares de la víctima, el letrado defensor fijó en 12.000 euros la cantidad a indemnizar a la madre, al recordar que los miembros del jurado han tenido en cuenta que la negativa de la víctima a recibir asistencia sanitaria tras la agresión incidió en el resultado de muerte.
Ahora, la magistrada-presidente del Tribunal tendrá que dictar sentencia. Los hechos sucedieron el 31 de agosto de 2001. El acusado estaba en un bar y ante la negativa de un cliente a pagar lo pedido, le agredió con los puños, tras lo que cayó al suelo, donde también le propinó patadas. El hombre falleció un día más tarde en su casa, tras no querer recibir asistencia médica esa noche.
El acusado reconoció haber dado un golpe a la víctima, tras lo que cayó al suelo, pero no haberle propinado patadas. En su derecho a la última palabra, aseguró que se arrepentía de lo ocurrido, pero afirmó que no tuvo intención de matar "a nadie". "Llevo ocho años pagando por esto, que me ha roto la vida a la mitad", aseveró.