CÓRDOBA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El administrador apostólico de Córdoba y arzobispo coadjutor de Sevilla, Juan José Asenjo, ha hecho un llamamiento a los católicos para que vivan de forma "más austera, fraterna y solidaria" ante la situación de "verdadera emergencia social" que se deriva de la crisis económica y que ha desbordado a Cáritas.
En su carta pastoral semanal, a la que ha accedido Europa Press, Asenjo recordó que el próximo domingo se celebra "la solemnidad del Corpus Christi", pero también "el Día de la Caridad, el Día de Caritas, la institución de la Iglesia al servicio de los más pobres", argumentando que dicha doble celebración "no es una mera coincidencia", pues "la Eucaristía no sólo es expresión de comunión en la vida de la Iglesia, es también proyecto de solidaridad para toda la humanidad".
En este sentido, Asenjo afirmó que "el último año está siendo especialmente duro para los pobres, los parados, los inmigrantes, los sin techo, y para cientos de familias que sufren las consecuencias de la grave crisis económica" y ante esta situación "los técnicos y voluntarios de Caritas están desbordados", pues "han aumentado espectacularmente las demandas. Cada vez son más las personas que solicitan ayuda para pagar la hipoteca, el alquiler de su vivienda, los recibos de la luz y del agua, mientras las parroquias reclaman a Caritas alimentos para distribuir".
Ello se debe a que se ha llegado "a lo que algunos han llamado, con razón, una verdadera emergencia social, que genera dolor, desesperanza, múltiples sufrimientos y frustración, que afecta también al personal de Caritas, que se ve impotente ante tantas situaciones de dolor, a las que no puede dar la respuesta que desearía porque los recursos escasean" y, "a pesar de todo, Cáritas es en esta coyuntura un signo cierto de esperanza, tal vez el único para quienes, después de llamar a muchas puertas, han perdido las razones para seguir esperando".
Asenjo subrayó que los voluntarios de Cáritas, "como el buen samaritano, ofrecen gratuitamente signos de compasión y de misericordia, gestos de verdadero consuelo, de cercanía, de cariño, de entrega, de escucha y de servicio". Pero necesitan ayuda en esa labor, de forma que "toda la comunidad diocesana debe ofrecer signos que devuelvan la ilusión y la alegría a quienes la han perdido, signos de austeridad en una sociedad marcada por el consumismo, signos en los que se haga patente que no sólo se comparte lo que nos sobra, sino incluso aquello que se estima necesario, que es la prueba más palpable del verdadero amor".
Por ello, la "participación en la Eucaristía" de los católicos les exige, "hoy más que nunca, signos que vivifiquen, que hagan visible que se puede vivir de otra manera, más austera, más fraterna y solidaria, que otro mundo es posible, el mundo soñado por Dios, fermento de la nueva humanidad".
Finalmente, Asenjo invitó a todos los católicos "a ser generosos en la colecta de este domingo, destinada a Cáritas", a cuyos voluntarios y responsables agradeció "su entrega y los excelentes servicios que prestan a través de sus programas a los transeúntes, inmigrantes, parados, enfermos de SIDA y familias desestructuradas".
