Acto de homenaje por las dos policías locales asesinadas en acto de servicio en Córdoba, María de los Ángeles García y María Soledad Muñoz, tratando de atrapar a quienes acababan de atracar el Banco Santander en la Plaza de las Tendillas, en 1996. - EUROPA PRESS
CÓRDOBA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha subrayado este jueves "el compromiso de presente y futuro" y no sólo recuerdo cuando se cumplen 29 años del asesinato de las dos policías locales en acto de servicio, María de los Ángeles García y María Soledad Muñoz, tratando de atrapar a quienes acababan de atracar el Banco Santander en la Plaza de las Tendillas, tal día como hoy, suceso en el que el guardia jurado Manuel Castaño resultó tiroteado dejando secuelas en su cuerpo.
En el acto, con la presencia de los familiares y el propio Manuel Castaño, junto a distintas autoridades institucionales, como el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, y concejales del Ayuntamiento, civiles y militares, quienes han guardado un minuto de silencio tras una ofrenda floral en el monolito de Llanos del Pretorio, el alcalde ha recordado que "Córdoba adelantó en el tiempo a otras ciudades con la incorporación de mujeres a la Policía Local", de manera que "Marisol Muñoz y María de los Ángeles García eran dos de esas mujeres que fueron de las primeras en toda España en ser policías locales".
"Desgraciadamente, ese avance que tuvo la ciudad y la Policía Local de Córdoba también supuso, triste y desgraciadamente, que fueron dos de las primeras mujeres policías locales que perdieron la vida en el cumplimiento del deber", ha manifestado.
Así, ha indicado que "Una ciudad como Córdoba, abierta y participativa, pero también que tiene memoria por su historia, también la tiene y la debe tener con su historia más reciente", de forma que "Mari Ángeles y Marisol, y también Manuel Castaño, que está con nosotros, fueron personas que hace ya 29 años, dos dieron su vida por defendernos a todos nosotros y otra persona no dio su vida afortunadamente, pero también salió herida y muy perjudicada por la actuación de esa banda criminal".
Por eso, Bellido ha subrayado que "el deber como ciudad es no olvidar, mantener el recuerdo vivo de quienes dieron su vida por todos los demás, de quienes se esforzaron como miembros de la Policía Local por protegernos a todos, seguir reclamando justicia, porque es necesario que esa memoria vaya acompañada de una reclamación de justicia con lo que sucedió, y que sea también presente y futuro, no sólo recuerdo".
Así, ha pedido que ello "nos inste a todos a seguir mejorando, a que esa desgracia que vivimos en su día nos sirva de acicate para mejorar, para tener más y mejores medios, para estar más protegidos todos como ciudad y los que tenéis la obligación y también la vocación de defendernos, también tengáis mejores medios para estar vosotros mismos protegidos en el cumplimiento de vuestro deber".
"LO ESENCIAL, LA VOCACIÓN DE SERVICIO"
Mientras, el jefe de la Policía Local, Juan Díaz, ha declarado que "desde aquel día, muchas cosas han cambiado", porque "hemos aprendido, mejorado y preparado más y mejor", de modo que "hoy contamos con mayor formación, mejores medios y una coordinación más eficaz para hacer frente a las amenazas que, desgraciadamente, siguen existiendo", ha apuntado.
Según ha remarcado, "ningún avance técnico sustituye a lo esencial, la vocación de servicio, la responsabilidad y la entrega de quienes integran esta Policía", a lo que ha agregado que "este acto no es sólo un recuerdo del pasado, es también un compromiso con el presente y con el futuro".
A la familia de Marisol y de María Ángeles le ha trasladado el "más sincero respeto y la memoria permanente". "No las olvidamos y siguen formando parte de nosotros", ha expresado.
LOS HECHOS
En concreto, el suceso se registró sobre las 8,50 horas de un día como hoy hace 29 años a la altura de la Ermita del Pretorio, donde las dos agentes de la Policía Local fallecieron tras ser tiroteadas en una persecución a un turismo de color blanco. Las agentes perseguían a los dos autores de un atraco en una sucursal del Banco Santander junto a la Plaza de las Tendillas, que se produjo sobre las 8,30 horas.
Minutos después, ya se registraron disparos a la altura de la calle Los Omeyas entre los atracadores y la Policía Local, donde hubo cuatro heridos, entre ellos el guardia jurado Manuel Castaño, que utilizaron como rehén.
Con posterioridad, el tiroteo continuó en la zona adyacente, a la altura de la Ermita del Pretorio, donde un coche de la Policía Local pretendía interceptar el turismo en el que huían los atracadores. En ese momento, uno de los atracadores descendió del vehículo y, de pie, junto al coche patrulla de la Policía Local, ametralló a las agentes a quemarropa. De hecho, las dos agentes ni siquiera tuvieron tiempo de descender del coche patrulla.
El Ayuntamiento entregó en 2013 a título póstumo a las dos agentes la Cruz del Mérito Profesional, en su modalidad de primera categoría y con distintivo rojo, recogidas por el hermano de María Soledad y el hijo de María de los Ángeles. También estuvo presente en el acto el guardia de seguridad que resultó herido en el suceso.