Experto dice que el envejecimiento y la mayor supervivencia de pacientes con cardiopatías aumenta el número de arritmias

GRANADA 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

El director del Instituto del Tórax del Hospital Clínico de Barcelona, el doctor Josep Brugada, destacó hoy que el envejecimiento de la población, así como una mayor supervivencia de los pacientes que han sufrido cardiopatías son dos de los principales factores que explican el aumento en el número de arritmias, principalmente la fibrilación auricular al ser ésta la más prevalente.

En el marco de la VI Reunión Anual de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que se está celebrando en Granada, este experto matizó que estos dos factores no explican por sí solos el aumento de la incidencia, "ya que existen nuevos factores de riesgo como la obesidad y las personas de mayor talla que podría explicar algunos de los casos de fibrilación auricular".

Por su parte, el doctor Antonio Hernández, del Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, se refirió a la embolia como complicación más importante que produce la fibrilación auricular y a sus "desastrosas secuelas que puede conllevar", según destacó este experto en una nota.

Por ello, destacó las dos grandes estrategias de tratamiento de la fibrilación auricular, en referencia al control del ritmo sinusal y al control de la frecuencia ventricular. "Ambos métodos tienen ventajas y riesgos, pero la estrategia ideal sería el mantenimiento del ritmo sinusal, que puede ser difícil de lograr en muchos pacientes".

Sin embargo, cada día existen más datos positivos sobre la ablación percutánea de la fibrilación auricular, lo que la sitúa como una opción terapéutica de elección para estos pacientes.

Según explicó el director de Cardiología Intervencionista del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Ángel Arenal, esta técnica consiste "en la introducción de un catéter por una vena para llegar al corazón y, a través de la aplicación de radiofrecuencia o frío, destruir una zona muy localizada de tejido auricular, de tal manera que se consigue controlar la arritmia".

De hecho, agrega la SEC en su nota, la ablación con catéter, único tratamiento que elimina las arritmias y sus posibles complicaciones, tales como la embolia e insuficiencia cardíaca, se ha convertido en una técnica plenamente consolidada en España desde hace más de 15 años.

TERAPIA DE RESINCRONIZACIÓN

Los expertos reunidos en este congreso también se refirieron a la terapia de resincronización, una nueva técnica introducida en la práctica clínica a finales de la década de los años 90.

"Esta técnica se emplea en el tratamiento de determinados pacientes con insuficiencia cardíaca, en los que existe una descoordinación de la contracción cardíaca que contribuye al empeoramiento de la función hemodinámica", señaló por su parte el doctor Ignacio García, de la Unidad de Arritmias de la Clínica Universitaria de Navarra.

Desde el punto de vista técnico, la terapia de resincronización cardíaca se realiza mediante la implantación percutánea de un marcapasos o de un desfibrilador, que tiene la capacidad de estimular el ventrículo izquierdo mediante electrodos alojados en el sistema venoso coronario. De esta manera, la estimulación eléctrica de las zonas de activación mecánica más retrasadas coordina la contracción cardíaca y la hace más eficiente.

OPCIÓN FRENTE AL TRASPLANTE CARDÍACO

Se trata de una nueva técnica de tratamiento para "pacientes a los que antes sólo les quedaba la opción del trasplante cardiaco". Así lo explicó el doctor Luis Tercedor, de la Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Virgen de las Nieves de Granada, al afirmar que "la terapia de resincronización tiene más ventajas que el tratamiento farmacológico, a lo que hay que sumarle que tiene menos riesgos inherentes porque es un técnica percutánea, no quirúrgica y además es más asequible en comparación con el trasplante".

La fibrilación auricular es la arritmia más prevalente en la práctica clínica, representando un problema sanitario de primera magnitud por dos aspectos fundamentales. En primer lugar, aumenta casi al doble el riesgo de muerte de quien la padece y, en segundo lugar, se acompaña de una morbilidad grave. Se estima que 1 de cada 5 personas pueden llegar a padecer este tipo de arritmia.