GRANADA 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Granada (Emasagra) se comprometió hoy a limpiar a lo largo de esta semana los imbornales que puedan estar atorados en el barrio del Albaicín, después de que los vecinos se hayan quejado por la acumulación de agua de lluvia en más de una decena de calles, y aclaró que el pasado noviembre ya se efectuó la campaña de limpieza de los mismos.
Fuentes de Emasagra señalaron hoy a Europa Press que todos los años se efectúa una campaña de limpieza de unos 5.000 imbornales ubicados en la capital y algunos pueblos de la provincia para propiciar que no se atoren y que el agua de lluvia fluya hasta la red general de alcantarillado.
"Diariamente se limpian casi medio centenar de imbornales", aseguraron las fuentes que, si bien reconocieron que esta cifra puede disminuir ligeramente en el caso del Albaicín debido a los problemas de accesibilidad, aseguraron que los trabajos en este barrio se efectuaron en las dos primeras semanas de noviembre, mientras que en octubre se hizo lo propio con la red general de alcantarillado.
No obstante, Emasagra no descartó que estos imbornales se hayan vuelto a atorar por los restos de materiales que les llegan de obras cercanas, por lo que manifestó su compromiso de ponerse en contacto con los vecinos del Bajo Albaicín para conocer la situación de forma pormenorizada y ponerle remedio a la mayor brevedad posible.
Esta situación se produce después de que La Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín criticara hoy que más de una decena de calles del barrio, declarado Patrimonio de la Humanidad, sufren problemas de acumulación de agua cuando llueve debido a que numerosas alcantarillas de la zona están atoradas, por lo que reclamó a Emasagra su limpieza a fin de evitar que los ciudadanos "tengan que mojarse cada vez que desean entrar en sus viviendas".
El presidente de la citada asociación, Manuel Navarro, indicó que una de las situaciones "más problemáticas" se localiza en la calle Zenete, donde "a las alcantarillas atoradas se suma la presencia de una losa de hormigón que propicia que el agua se acumule en la zona y no se evacue por el resto de la vías", la mayoría en pendiente.
La citada losa fue colocada en esta calle hace un par de años para facilitar el paso de vehículos pesados a una obra "que lleva dos años parada" criticó Navarro, que trasladó hace un par de meses esta situación al Ayuntamiento de la capital a fin de que se busque una solución.