Jurado.- El cantaor Talegón de Córdoba, amigo íntimo de Rocío, afirma que "se ha ido la única"

Europa Press Andalucía
Actualizado: jueves, 1 junio 2006 16:41

MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

El cantaor Manuel Aranda 'Talegón de Córdoba', amigo íntimo de Rocío Jurado, consideró que con la desaparición de la cantante de Chipiona (Cádiz) "se ha ido la única y una artista que fue, por su manera de cantar a pleno pulmón, un ejemplo a seguir pues marcó una pauta en el mundo de la canción".

En declaraciones a Europa Press Televisión, Talegón de Córdoba, recordó que en más de una ocasión Rocío le hizo llorar, porque nunca vio sobre un escenario a nadie con "tanta fuerza". El artista insistió en la adoración que tenía por la cantante, algo que era recíproco, "porque Rocío también me adoraba a mí por mis detalles, mis comentarios y gracias". "Me decía, mi 'Tale', mi 'Tale' cada vez que me veía", precisó emocionado.

El cantaor señaló que se enteró de la "desastrosa desaparición" a través de la radio a las 5.20 horas de la madrugada. "Para mí ha sido una pérdida irreparable pues Rocío era única y adorable", apuntó el artista, que consideró el fallecimiento de la chipionera "una desgracia personal, a la vez que una desgracia para España y para el mundo entero de la canción".

Talegón de Córdoba relató alguno de los numerosos momentos que pasó junto a la artista, como aquella época "en la que Rocío hizo dos funciones diarias en el Teatro Calderón de Madrid durante 37 días" y que "fueron un ejemplo de lo que esta gran mujer fue en lo alto de un escenario".

No faltaron tampoco recuerdos de los comienzos de Rocío Jurado en la sala 'El Duende', donde la artista realizó sus primeras actuaciones en Madrid. "Llegó a la ciudad con su madre, una mujer encantadora y excepcional que luchó por su hija a la que adoraba", destacó el cantaor, quien insistió también en el "amor de Rocío por su familia, como demostró en muchos momentos".

Por último, Talegón de Córdoba subrayó la entereza de Rocío Jurado durante su enfermedad y sus últimos momentos, "pues aunque ella conocía mejor que nadie lo que tenía su cuerpo, su cabeza nunca se fue y sabía que tenía que luchar a pesar de estar herida".

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