Un nuevo estudio de CSIC revela que los osos adaptan su dieta a cambios climáticos globales

Imagen de osos en libertad.
Imagen de osos en libertad. - CSIC
Europa Press Andalucía
Publicado: viernes, 12 diciembre 2025 12:46

SEVILLA 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

Una investigación internacional liderada por el Centro de Investigación en Biodiversidad y Clima Senckenberg de Frankfurt (SBik-F), la Academia de Ciencias de Polinia y la Estación Biológica de Doñana - CSIC ha revelado que la mayoría de los osos pueden adaptar su dieta al clima y a la disponibilidad de alimentos, modificando así su papel dentro de los ecosistemas. El estudio, publicado en la revista Nature Communications, sugiere que el cambio en el rol que desempeñan los grandes omnívoros podría fortalecer la resiliencia de los ecosistemas frente a los cambios ambientales globales.

Según ha explicado la entidad científica en una nota, los osos pueden tener una dieta muy diversa: bayas, raíces, nueces y pastos, pero también insectos, peces y mamíferos. La composición de su dieta varía según la especie y la estación del año. Por ejemplo, los osos pardos se alimentan principalmente de bayas o nueces en verano y otoño, mientras que en primavera incluyen más carne. Esta capacidad de adaptación hace que los osos se encuentren en diversas regiones del mundo, desde la tundra ártica hasta los densos bosques tropicales.

"A diferencia de la mayoría de los demás grandes carnívoros, los osos tienden a preferir una dieta baja en proteínas y la mayoría de las especies poseen menos adaptaciones anatómicas y fisiológicas para el consumo de carne. Esta flexibilidad les permite tener una dieta excepcionalmente variada", ha explicado el investigador Jörg Albrecht del SBik-F.

Gracias a esta versatilidad, los osos desempeñan al mismo tiempo muchos roles ecológicos: cazan presas, comen carroña, dispersan semillas y se alimentan de plantas. De esta manera, su actividad influye en las poblaciones de presas, en el crecimiento y la distribución de las plantas, en el ciclo de nutrientes y en los flujos de energía, tanto en ecosistemas terrestres como acuáticos.

Para realizar el estudio, los científicos han recopilado datos ecológicos procedentes de registros actuales y fósiles de siete especies de osos diferentes. Los resultados muestran que, en regiones con poca disponibilidad de alimentos y estaciones de crecimiento cortas, los osos tienen una dieta más carnívora. En cambio, en áreas productivas con temporadas de crecimiento largas prefieren alimentos de origen vegetal. Además, los análisis también han revelado cómo la dieta de los osos se había adaptado a grandes cambios ambientales en el pasado.

"Nuestros análisis de isótopos de huesos fósiles del Pleistoceno tardío y el Holoceno mostraron que el oso pardo europeo cambió progresivamente hacia una dieta basada en plantas a medida que la producción primaria aumentaba y los periodos de vegetación se alargaban tras la última glaciación, hace unos 12.000 años", ha añadido el coautor Hervé Bocherens del Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente en la Universidad de Tubinga.

El hecho de que los osos puedan modificar su dieta en función de la disponibilidad de alimentos y del clima revela algo que hasta ahora había recibido poca atención: los grandes omnívoros pueden cambiar su papel en los ecosistemas, pasando de ocupar los niveles más altos de la red trófica a las más bajas. A este proceso, el equipo de investigación lo denomina "recableado trófico" ("trophic rewiring").

"Nuestros resultados resaltan el papel crucial que desempeña la megafauna omnívora -muchas veces también grandes carnívoros- en los ecosistemas. Pueden ayudar a garantizar que las redes tróficas permanezcan estables a pesar de presiones globales como el cambio climático. De este modo, los grandes carnívoros contribuyen a la resiliencia y estabilidad de los ecosistemas, algo esencial en un mundo que está cambiando rápidamente", ha señalado la investigadora Nuria Selva, de la Estación Biológica de Doñana.

EL OSO PODRÍA SER MÁS HERBÍVORO EN EL FUTURO

Por otro lado, la entidad científica ha desarrollado que el cambio climático global está provocando cambios significativos en la estructura de las redes tróficas, tanto terrestres como acuáticas, a menudo con consecuencias drásticas para ecosistemas enteros. Los cambios observados en los osos pardos al inicio del Holoceno sugieren que el cambio climático actual podría afectar profundamente el papel de estos grandes omnívoros en los ecosistemas. Por ejemplo, la intensificación del uso del suelo reduce la cantidad de recursos vegetales disponibles para la fauna y puede provocar cambios en la dieta de los osos que pasarían a incluir ganado o cultivos.

Por otra parte, el alargamiento de las temporadas de crecimiento vegetal asociado al calentamiento climático podría causar periodos de hibernación más cortos o incluso la ausencia de hibernación en algunas poblaciones, favoreciendo cambios de dieta de presas animales a recursos vegetales.

"Los osos utilizan una amplia gama de recursos alimenticios, son muy adaptables y suelen responder rápidamente a los cambios ambientales", ha explicado Selva, quien ha concluido que, "si su rol en el ecosistema se desplaza -por ejemplo, de depredadores a herbívoros-, esto puede modificar la estructura de redes tróficas completas. La manera en que los omnívoros responden a los cambios ambientales podría, por tanto, ser una señal temprana de transformaciones profundas en los ecosistemas"uue .

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