El obispo muestra su "repulsa por la campaña difamatoria e injusta desencadenada" contra el Papa

El Obispo De Jaén, Ramón Del Hoyo
EP
Actualizado: miércoles, 31 marzo 2010 14:41

JAÉN, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

El obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo, mostró su "repulsa por la campaña difamatoria e injusta" desencadenada contra Benedicto XVI después de que recientemente se hayan hecho públicos posibles casos de abusos a menores por parte de sacerdotes.

Así lo ha transmitido Del Hoyo mediante una carta de adhesión que ha enviado a Su Santidad y que, además, leyó durante la celebración de la misa crismal que tuvo lugar ayer en la catedral jiennense ante casi 170 sacerdotes.

En el escrito, al que tuvo acceso Europa Press, quiso manifestar, en el día en que el presbiterio renueva las promesas hechas el día de su ordenación, "nuestro dolor y repulsa por la campaña difamatoria e injusta desencadenada en estas fechas contra su persona".

El obispo realizó esta adhesión tanto en su nombre propio como en el del arzobispo emérito castrense, José Manuel Estepa Llaurens, y en el de un numeroso grupo de consagrados, seminaristas y fieles laicos que participaron en la eucaristía.

Por ello, solicitó que mañana se ofrezca en todas las iglesias y comunidades de la Diócesis de Jaén la Hora Santa ante el Monumento "por las intenciones del Papa como signo de apoyo incondicional a Su Santidad". "Seguros de que siempre la cruz es árbol que da vida, donde sigue clavada la salvación del mundo, le expresamos nuestro afecto filial y firme adhesión a su Magisterio y enseñanzas", destacó.

En la homilía, por otra parte, Del Hoyo invitó a los sacerdotes a vivir su ministerio, "sin medias tintas y no huyendo de responsabilidades, como respuesta a la secularización, al desaliento, a la crítica y hasta la calumnia".

En este sentido, afirmó que la vida sacerdotal no es siempre un mar tranquilo y placentero, sino más bien lo contrario. "Una y otra vez aparecen las olas de la incomprensión, los fracasos personales, el desaliento, la crítica y hasta la calumnia. Sufrimos todos el zarpazo progresivo de la secularización, difamación a nuestro ministerio, el empeño constante por desprestigiar al sacerdote", aseguró.

Así las cosas, y ante "deserción de no pocos cristianos" que también se da las comunidades, el obispo de Jaén los instó a caminar "con más fuerza y esperanza que nunca" viviendo el sacerdocio "con pasión".