Policía apunta a un ambiente "hostil y de miedo" en la investigación de la muerte del varón de Linares

Procesados en la vista de hoy
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 1 octubre 2012 23:02

JAÉN, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional ha asegurado que el ambiente de la investigación llevada a cabo por el Cuerpo en torno a la muerte del varón de Linares (Jaén) de 31 años que falleció presuntamente a manos de F.M.G. y M.C.R. en septiembre de 2009, fue "hostil y de miedo", teniendo en cuenta el "respeto" que muchos vecinos de la localidad tienen a los procesados de la vista que acoge desde la mañana de este lunes la Sección Segunda de la Audiencia provincial.

En la segunda sesión, la Policía ha destacado que el móvil de la muerte fue "la chatarra y los pequeños chanchullos que tenía entre manos la víctima", de la que ha coincidido con L.M.H. --acusado de omitir el deber de socorro-- en asegurar que se trataba de "una buena persona". Según ha precisado, la investigación llevó a los agentes a apuntar como sospechosos a F.M.G. y M.C.R., toda vez que ambos estaban relacionados con el fallecido y son conocidos por el Cuerpo, en lo profesional, desde hace años.

Asimismo, la Policía ha negado que "extorsionara" al testigo protegido de la vista, como ha asegurado el mismo, si bien considera que esta persona "tenía miedo, ya que todo el pueblo de Linares sabe de quién se trata y, además, familiares de los acusados se han acercado a su domicilio haciendo notar su presencia", tal y como ha podido escuchar el Jurado Popular, compuesto por siete hombres y dos mujeres.

Por contra, dicho testigo, que dice que "no vio nada" del suceso, se ha mostrado tajante al afirmar que "no ha recibido serias amenazas por parte de los acusados", como ha insinuado la Fiscalía, si bien se marchó del municipio linarense hace aproximadamente un mes "por motivos de trabajo". El testigo ha indicado que era amigo del fallecido y que "no ha recibido presiones por parte de la familia de los procesados".

Sin embargo, asevera que "sí ha recibido presiones por parte de la Policía", que según él le "obligó" a que identificara a algunas de las personas que le fueron mostradas a través de fotografías bajo la "coacción y amenaza de que le quitarían a sus hijos".

El Jurado, que ha contemplado la barra de hierro con la que presuntamente mataron a la víctima en un residencial en construcción de Linares entre los días 10 a 13 de septiembre de 2009, ha sido testigo en la mañana de este lunes de las palabras de F.M.G., que ha señalado que "conocía al fallecido desde chiquillos, cuando bajaba a El Cerro a fumar droga". Tal y como ha contado, días antes de su muerte lo invitó a droga, si bien ha apuntado que "le dio lástima y se lo llevó con él" para que le ayudara en el negocio de la chatarra.

"El último día que lo vi fue el 8 de septiembre le di 35 euros", ha agregado. Además, ha aseverado que no es cierto que abriera una valla que impedía el paso al edificio donde metieron a la víctima. Tal y como ha comentado, tampoco es verdad que advirtiera a M.C.R. que iba a acabar con la vida del fallecido. No obstante, en el turno de preguntas de su letrado ha indicado que lleva "mucho tiempo consumiendo droga, desde los 13 años", lo que "tener ideas delirantes y perder la memoria", puesto que "no se acuerda de lo que hizo hace una semana y tampoco dos días".

De su lado, M.C.R., que ha manifestado que salió de prisión a finales de 2008 y que había permanecido en ella durante casi ocho años por delitos de robo, ha declarado que no conocía a la víctima. Del mismo modo, ha indicado ser consumidor de estupefacientes y que "no estuvo ni conoce" la obra donde presuntamente ocurrió todo, con lo que, igualmente que el otro procesado, ha negado los hechos garantizando que "no golpeó con una barra a la víctima", como se le acusa. También él ha dicho ser consumidor de droga desde los 15 ó 16 años, si bien "oye voces y ve alucinaciones".

Por su parte, el tercer procesado, L.M.H., a quien la Fiscalía acusa de abandonar el lugar sin poner en conocimiento de los agentes lo que había presenciado, ha declarado que el muerto era "una bella persona, muy querida por todo el mundo que nunca le hizo daño a nadie". Preguntado por si tiene miedo de que los otros dos acusados "tomen represalias contra él", ha sido rotundo al negarlo. De igual forma, ha negado que presenciara los hechos, aunque sí había estado en la obra recogiendo ferralla, toda vez que ha reconocido ser chatarrero y "toxicómano desde hace 24 años".