Trabajadores de Locsa celebran que se suspenda cautelarmente el traslado de empleados a Barcelona

Trabajadores De Locsa En Una De Sus Acciones Reivindicativas
EUROPA PRESS/ARCHIVO
Actualizado: martes, 23 agosto 2011 22:35

Critican que la entidad se niega a pagar la liquidación atrasada del mes de julio

CÓRDOBA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores de Locsa, centenaria factoría metalúrgica cordobesa que su actual propietaria, la multinacional italoalemana KME, quiere cerrar y prescindir de sus 120 empleados, han celebrado este martes que el Juzgado de lo Social haya suspendido cautelarmente el traslado de unos diez empleados a Barcelona, fijado por la entidad para finales de agosto.

Así lo ha destacado a Europa Press el presidente del comité de empresa de Locsa, Francisco Pozuelo, quien ha calificado la noticia de "muy satisfactoria, dentro de la amargura" porque, a su juicio, "no se entiende que se pueda cerrar la empresa", por lo que espera que "la administración apoye y se materialice de una forma real el apoyo".

Así, este martes ha comenzado la segunda mesa de negociación entre trabajadores y representantes de la entidad, tras la primera de julio que concluyó sin acuerdo. En este caso, Pozuelo indica que "la reunión ha comenzado muy tensa, con los representantes de la entidad muy envalentonados por la situación", pero tras la noticia de la suspensión cautelar "a los empleados se nos ha quitado la presión".

En concreto, se ha tratado "el proyecto de la fundición que no es viable y en cambio tiene que ocupar a más trabajadores; que los empleados que se incorporen a Barcelona sean voluntarios, igual que los que tienen que incorporarse posteriormente a las instalaciones de Italia y Alemania".

Además, "una premisa importante para hablar era que la empresa pagara la liquidación atrasada del mes de julio, pero se han negado, igual que al pedirles que retiraran la incorporación de los empleados a Barcelona para el día 29 de agosto", explica Pozuelo, quien espera reuniones con la dirección en próximos días.

El presidente del comité de empresa de Locsa cree "necesaria" la mesa de negociación para "que queden sin efecto los traslados de doce compañeros a Barcelona y los despidos", para ello ha hablado con KME con "la idea de que Locsa no se cierre, pero si no hay nadie que apueste por una industria como esta, será difícil que los trabajadores sigan peleando por la reivindicación tan anhelada como es mantener la industria en Córdoba".

TRASLADOS

Mientras tanto, Pozuelo reivindica que en el tema de los doce traslados de empleados a la factoría de Barcelona "hay una consideración distinta, que no se ha recogido en el acta" de la reunión en el Sercla que concluyó sin avenencia hace unas semanas, y es que sobre los traslados "no había nada acordado y es una imposición obligatoria".

Según explica, "acogiéndonos al Real Decreto del 10 de junio, le haremos llegar a la autoridad laboral de Córdoba que utilice el artículo 29 de dicho decreto en el que se dice que de forma cautelar la autoridad laboral puede suspender como máximo seis meses la incorporación inmediata de los trabajadores a Barcelona", acción que en principio se llevará a cabo a finales de agosto.

De igual modo, el comité de empresa ha acudido al Sercla para "revisar unas 15 bajas voluntarias forzosas con el fin de estudiar si se ha incurrido en alguna ilegalidad", algo que, a juicio del representante de los trabajadores, "lo hace la empresa para eludir un expediente de regulación de empleo (ERE)".

Los trabajadores no descartan realizar manifestaciones "en función de cómo se desarrolle todo". Así, han decidido "seguir en la lucha" por mantener sus empleos y la actividad productiva de la fábrica, ahora inoperativa por decisión de la empresa.

'LOCSA NO SE CIERRA'

En este sentido, los trabajadores han acordado mantener vivo el lema de 'Locsa no se cierra', que ha marcado todas sus movilizaciones desde que el pasado abril KME anunció que iba a cerrar su planta cordobesa, alegando unas pérdidas acumuladas en los últimos cuatro años de 17 millones de euros, que ahora ha elevado a 20, al contabilizar el primer semestre de 2011.

Después de que la empresa presentara un ERE que afectaba a toda la plantilla y que la Junta rechazó al no verlo justificado, y tras el anuncio de KME de que instará concurso de acreedores para Locsa, los trabajadores no se van a rendir y, según ha subrayado Pozuelo, van a "intentar meterle el dedo en el ojo a la empresa, usando las leyes".

También piensan aprovechar en su favor "el apoyo incondicional del Ministerio de Industria y de la Junta de Andalucía", pues, según ha recordado el sindicalista, las administraciones públicas están dispuestas incluso "a ayudar económicamente en todo lo posible para continuar la actividad, con un nuevo modelo industrial, sin ningún problema", y los trabajadores utilizarán esa baza y cualquier otra legal que tengan a su alcance, "para parar este envite de la empresa", que la pasada semana despidió a 12 trabajadores y decidió el traslado forzoso de otros once a sus instalaciones de Barcelona.

Frente esta estrategia de KME, los trabajadores de Locsa siempre han destacado que la fábrica cordobesa es viable y rentable a plena producción y que incluso podría generar más empleo, una vez recuperados los clientes y las líneas de distribución de su producción de laminados y derivados de cobre y zinc en cuatro continentes, que KME había desviado en favor de sus factorías de Italia y Alemania, siendo esa la razón por la que la multinacional no estaría dispuesta, según los trabajadores, a dejar Locsa en manos de otro inversor, para que no le haga la competencia.