Fiscalía pide confirmar la condena de 25 años al hombre que mató a su ex de 42 puñaladas en Pruna

Actualizado: miércoles, 26 septiembre 2012 14:17

SEVILLA, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía ha solicitado confirmar la condena de 25 años de cárcel impuesta a un hombre por matar por celos a su expareja sentimental en mayo de 2010 en la localidad sevillana de Pruna tras asestarle un total de 42 puñaladas por todo el cuerpo, según han informado a Europa Press fuentes del caso.

La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha acogido este miércoles una vista, a la que no ha asistido el acusado, para debatir el recurso que la defensa presentó contra la sentencia, que condenó a su cliente a 23 años de cárcel por un delito de asesinato; a un año por un delito de allanamiento de morada, y a otro año de prisión por un delito de hurto.

En la vista, el abogado del condenado ha argumentado que, en el delito de asesinato, "se ha aplicado indebidamente" la agravante de ensañamiento, por lo que pide que, por este delito, se le rebaje la pena "al mínimo posible", pues entiende además que concurren las atenuantes de confesión y de enajenación mental. Además, ha rebatido la condena por los delitos de allanamiento de morada y hurto.

De su lado, tanto el Ministerio Público como los abogados del Estado y de la Junta y el letrado de la acusación particular, Antonio Valle, han solicitado a la sala que se rechace el recurso y, de este modo, se confirme la sentencia emitida en su día por la Audiencia Provincial de Sevilla, que condenó también al acusado a indemnizar con 354.713,54 euros a los padres e hijos de la víctima.

En su declaración durante el juicio, el acusado dijo no acordarse "absolutamente de nada" de lo ocurrido el día de los hechos, tan sólo que se escondió en el armario del dormitorio de la víctima hasta que ésta llegó a la vivienda "porque quería hablar" con ella y pedirle explicaciones sobre por qué no le cogía el teléfono, algo que había hecho que se convirtiera en un "zombi".

"EN PRISIÓN LLORO DÍA Y NOCHE"

Aunque reiteró que "no me acuerdo absolutamente de nada; no fui consciente del número de puñaladas", el imputado dijo que "no me entra en la cabeza cómo he llegado a hacer lo que he hecho, y en prisión lloro día y noche", porque la víctima "fue el único amor de mi vida". "Yo no me planteé matarla en ningún momento", agregó, negando asimismo que actuara movido por los celos.

"Me arrepiento desde el primer día y me arrepentiré mientras mi cuerpo me haga sombra", aseveró el acusado, quien también afirmó no acordarse de que sustrajera las joyas propiedad de la fallecida y ha remarcado que, tras cometer el crimen, se entregó ante la Guardia Civil.

Según relata la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado mantuvo durante unos meses una relación de pareja con la víctima, llegando ambos a convivir en el domicilio de ésta en Pruna desde diciembre de 2009 hasta su ruptura en febrero de 2010, ruptura que el imputado "no aceptó de buen grado" y que le llevó a llamarla de manera "frecuente y reiterada" y a seguirla en sus desplazamientos.

LA SENTENCIA

De este modo, y tal y como declaró probado el jurado, los hechos tuvieron lugar el 31 de mayo de 2010, cuando el acusado entró por la azotea en la vivienda de su expareja, que tenía tres hijos fruto de relaciones anteriores y que en ese momento no se encontraba en el interior del inmueble, "a sabiendas de que ella no le permitía entrar en su casa".

Sobre las 4,00 horas, el procesado, "con ánimo de acabar con la vida de su expareja", le asestó un total de 42 puñaladas con un cuchillo de 18 centímetros de hoja que le provocaron la muerte. Para conseguir su propósito, el acusado "evitó cualquier posibilidad de defensa" de la víctima, todo ello "al aprovechar para apuñalarla el tremendo sobresalto que le produjo al salir del armario en que había permanecido escondido".

Por ello, la mujer, "que ya se había acostado o se disponía a hacerlo y que carecía de cualquier arma o instrumento con que protegerse u oponerse a su agresor, no tuvo ninguna oportunidad de salvar su vida frente a un ataque tan súbito como inesperado", mientras que el imputado "aumentó deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima al apuñalarla reiteradamente en zonas no vitales, a sabiendas de que ello solo serviría para causarles mayores sufrimientos".

"DOLOROSA AGONÍA"

Pocas horas después de darle muerte, y antes de que el crimen se conociera, el acusado se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Pruna y confesó haber matado a su expareja. El día de los hechos, el procesado se apoderó de joyas por valor de 17.400 euros propiedad de la víctima, que estaban guardadas en los cajones sin llave de la mesilla de noche de su dormitorio.

"El propósito mortal de la acción del acusado no ha sido objeto de controversia, y en cualquier caso no puede ponerse en duda cuando se trata de un apuñalamiento múltiple con un cuchillo de 18 centímetros de hoja, frenéticamente reiterado hasta dejar a la víctima literalmente exangüe", señala el fallo, que añade que el imputado "no podía ignorar que, al infligir decenas de heridas no mortales a su expareja, no hacía sino aumentar hasta extremos literalmente intolerables el sufrimiento de la víctima y prolongar su dolorosa agonía".