SEVILLA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha afirmado este viernes que el Ayuntamiento de Cádiz tiene que "hacer sus deberes" en el caso del procedimiento sancionador abierto por parte de su departamento contra la empresa municipal Aguas de Cádiz por vertidos de aguas fecales "sin autorización".
En este sentido, el consejero, en declaraciones a los periodistas tras un acto en la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla, ha asegurado que la Delegación provincial de Medio Ambiente de Cádiz ha actuado de "de forma escrupulosa". En febrero de 2010, la Delegación ofertó al Ayuntamiento gaditano las condiciones para autorizar los vertidos de los aliviaderos de la red de saneamiento municipal. El 15 de octubre "se archiva el expediente por falta de respuesta", una vez acabado el plazo de respuesta y también la prórroga que se había concedido.
Así, Díaz Trillo ha reiterado la "escrupulosa" actuación de la Delegación informando al Ayuntamiento de este asunto, si bien la "desatención" que ha existido sobre el mismo ha provocado un expediente sancionador, del que tiene que "dar cumplimiento el Consistorio local".
A este respecto, el consejero ha manifestado que el Ayuntamiento gaditano "tiene que comprometerse con un entorno natural como las playas de Cádiz, por lo que tiene que hacer sus deberes en este caso".
Por otro lado, la Consejería de Medio Ambiente informó del inicio de un procedimiento sancionador contra la empresa municipal Aguas de Cádiz por vertidos de aguas fecales "sin autorización" desde cinco puntos diferentes de la ciudad. La sanción, calificable como "grave", puede ser penalizada con multas que van de los 6.010 euros a los 300.506 euros.
Fuentes de la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta en Cádiz han indicado a Europa Press que el procedimiento sancionador se inició el pasado 20 de enero y que, a la vista de los datos de los que disponen, la sanción propuesta asciende a 100.000 euros. Según detallan, a esta sanción acompaña la "obligación de solicitar la autorización de vertidos y cumplir sus determinaciones".
La Delegación inició un Plan de seguimiento de los vertidos de la ciudad el día 9 de noviembre, finalizando el 14 de diciembre. En el Plan han intervenido técnicos del departamento de Calidad Hídrica, Agentes de Medio Ambiente y barcos de Vigilancia del Litoral de la Consejería.
Según han indicado, las inspecciones realizadas detectaron que las aguas evacuadas a través de los puntos de vertido de barriada de La Paz, Puntales, Mirandilla y Lubet eran "aguas residuales urbanas sin depurar".
Por otro lado, indican "focos que contaminan las aguas freáticas del Carranza", por lo que "llega a la playa con aportes de aguas fecales", como asegura que "muestran claramente las analíticas" realizadas. Señala que los análisis que se exigieron a la empresa encargada de las obras del Estadio muestran que los focos de contaminación en la red de pluviales son "de carácter continuo".
Las mismas fuentes concluyen que las condiciones en las que se producen esos vertidos "no son autorizables", puesto que "no había ninguna causa ambiental adversa ni argumentos para verter, puesto que no llovía".
