SEVILLA 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los inmigrantes subsaharianos menores de 35 años y los latinoamericanos menores de 50 sufren un mayor retraso en el diagnóstico del VIH que los pacientes españoles, según revela un estudio epidemiológico realizado por el Centro Nacional de Epidemiología, adscrito al Instituto de Salud Carlos III, y siete centros hospitalarios de Sevilla, Madrid, Elche, Valencia, Logroño y Pamplona.
Según este trabajo, recogido por Europa Press, este mayor retraso en el diagnóstico muestra la existencia de "barreras de acceso" a la prueba del VIH para estos colectivos, "pudiendo incluir aspectos administrativos, legales, lingüísticos, culturales o estructurales", estos últimos referidos al impacto en salud del contexto socioeconómico en que viven las personas.
Sin embargo, la investigación muestra un "acceso equitativo" al tratamiento antirretroviral de los pacientes ya diagnosticados. En concreto, la investigación se realizó en un total de 6.811 pacientes con VIH pertenecientes a 13 de las 17 comunidades autónomas y analizó datos desde el año 2004 al 2010. El 74 por ciento de los pacientes eran españoles, el 19 por ciento latinoamericanos y el 6 por ciento africanos subsaharianos.
Estos dos últimos grupos, prosigue la investigación que se presentará próximamente en Toledo en el IV Congreso Nacional de GESIDA, mostraron una progresión "más rápida" a padecer Sida en edades entre los 35 y 50 años, en comparación con los españoles del mismo grupo, pero esta diferenciación desapareció cuando se excluía la tuberculosis del análisis.
Dicho dato, según los expertos, indica que la mayor incidencia de la tuberculosis en estos colectivos es la responsable fundamental de un mayor riesgo de evolución a SIDA.
Además, los pacientes de África Subsahariana tuvieron una peor respuesta tanto inmunológica como virológica (no así los de América Latina), si bien los autores del estudio subrayan, en sus conclusiones, que son necesarios más estudios para caracterizar mejor esta menor efectividad y sus causas. La investigación tampoco observó diferencias estadísticamente significativas en cuanto a mortalidad.
MUJERES INMIGRANTES
Otro estudio entre inmigrantes, que es específico de mujeres y que está basado en 26 entrevistas a pacientes con VIH (diez de ellas del África subsahariana, ocho de latinoamérica y las otras ocho españolas), señala que las mujeres con VIH inmigrantes se ven "más afectadas" por las barreras que perjudican el seguimiento y control de la enfermedad.
Así, este segundo trabajo señala que la relación con el médico se percibe "con importante desigualdad" y resulta "perturbada" por la barrera lingüística. Las pacientes esperan del profesional que sea un experto, un apoyo emocional y un intérprete del lenguaje científico, algo mucho más difícil cuando existen barreras idiomáticas.
No obstante, sus autores sostienen que las variables psicosociales y culturales que influyen en el seguimiento del VIH son comunes en mujeres nativas e inmigrantes, pero se viven de manera más intensa por las segundas, que se ven más afectadas por las barreras.