Detecta contratos que revelan el uso de contrataciones menores para "actuaciones de carácter necesario, reiterado y previsible"
SEVILLA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un informe elaborado por el Tribunal de Cuentas sobre las contrataciones menores promovidas durante el año 2016 por los ayuntamientos de las seis ciudades más pobladas de España refleja que durante aquel año, el Ayuntamiento de Sevilla canalizó mediante esta modalidad el 91,4 por ciento de sus contratos, abarcando el 34 por ciento del importe total adjudicado en dicho año. Además, detecta contratos que revelan el uso de las contrataciones menores para "adjudicar de forma separada actuaciones de carácter necesario, reiterado y previsible, o prestaciones de naturaleza similar que podían responder a un fin único".
Según dicho informe, recogido por Europa Press, durante 2016, primer año completo del Ayuntamiento hispalense con el socialista Juan Espadas como alcalde, dicha administración adjudicó de forma directa 1.086 contratos menores que supusieron el 91,4 por ciento del total de contratos asignados aquel año por el Consistorio de la capital andaluza. La cuantía total de dichos contratos rozó los 7,16 millones de euros, un 34 por ciento del montante global que sumaron todos los contratos adjudicados en 2016 por el Ayuntamiento de Sevilla.
"La utilización de la contratación menor en el Ayuntamiento de Sevilla es especialmente significativa, pues alrededor de nueve de cada diez contratos (el 91,41%) se adjudican directamente a través de este procedimiento, lo que representa más de un tercio del importe de adjudicación total de la contratos celebrados", resume el Tribunal de Cuentas, exponiendo que aunque ninguno de los 90 contratos menores del Ayuntamiento de Sevilla examinados en este estudio "excede el límite cuantitativo establecido para esta forma de contratación", diez de estos contratos fueron adjudicados por 17.999 euros, importes que "coinciden prácticamente con el límite legal de la contratación menor", fijado en 18.000 euros.
La celebración de estos contratos, según el Tribunal de Cuentas "podría no haber respondido a un cálculo de las necesidades públicas a satisfacer, debidamente planificadas y evaluadas, sino a las ventajas prácticas de la utilización de la contratación menor desde el punto de vista de la simplicidad de su tramitación o, incluso, en el caso de los contratos celebrados con cargo a remanentes presupuestarios existentes al final del ejercicio, al objetivo de evitar la anulación de dichos remanentes".
Además, el Tribunal de Cuentas ha identificado en su estudio "expedientes de contratos menores a través de los cuales se ha adjudicado de forma separada el desarrollo de actuaciones de carácter necesario, reiterado y previsible, o la realización de prestaciones de naturaleza similar que podían responder a un fin único, y cuya adjudicación, por otra parte, ha recaído en ocasiones en el mismo contratista".
CONTRATOS MENORES PARA "NECESIDADES PREVISIBLES"
A tal efecto, cita el Tribunal de Cuentas el caso de cuatro contratos que "respondían" todos "a la finalidad común de permitir el funcionamiento de la imprenta municipal mediante la aportación de los suministros necesarios para ello", tratándose tal extremo de "una necesidad de carácter periódico y previsible".
Igualmente, señala tres contratos "adjudicados por un importe acumulado de 34.280,23 euros, IVA excluido", para la instalación del alumbrado navideño, figurando en la información de 2016 otro contrato menor "referido a otro distrito de la ciudad y con un importe de adjudicación de 5.840 euros, IVA excluido". "El alumbrado ornamental de Navidad es susceptible de contratación única para el conjunto del Ayuntamiento a través de los procedimientos ordinarios de preparación y adjudicación, sin perjuicio de la posible división por lotes de las prestaciones objeto del contrato", determina el Tribunal de Cuentas.
Entre los 90 contratos examinados, así, figuran doce por un importe de casi 157.000 euros "a través de los cuales se ha adjudicado de forma separada el desarrollo de actuaciones de carácter necesario, reiterado y previsible, o la realización de prestaciones de naturaleza similar que podían responder a un fin único".
"La utilización de la figura del contrato menor aporta en todo caso menores garantías que los procedimientos generales de contratación en cuanto a la adecuada preparación y definición del contenido contractual, al no requerir la elaboración de pliegos de cláusulas administrativas y de prescripciones técnicas, ni la redacción de un documento de formalización. Ello conlleva un menor grado de control por parte de la Administración sobre la ejecución de las prestaciones objeto del contrato y el consiguiente riesgo desde el punto de vista de una buena gestión pública", indica en cualquier caso el Tribunal de Cuentas.
