Actualizado: martes, 9 mayo 2017 18:08

SEVILLA, 9 May. (EUROPA PRESS) -

Un testigo ha asegurado este martes que Francisco Morillo Suárez, el hombre encarcelado como presunto autor del crimen perpetrado en febrero de 2016 sobre una joven que había ingerido medicamentos para intentar acabar con su propia vida en el parque de María Luisa de Sevilla, le propuso "tener sexo" la misma noche del crimen, en concreto el 23 de febrero, aunque finalmente "no lo mantuvimos".

Durante su declaración en la segunda jornada del juicio que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla, este testigo ha explicado que suele frecuentar el parque y que coincidía allí con el acusado desde hacía tres años, precisando que Francisco Morillo solía acudir en bicicleta o andando.

"Siempre que me veía, me proponía tener relaciones sexuales", lo que ocurrió "siete u ocho veces" en los tres años en que coincidieron en el parque, ha precisado el testigo, que ha declarado protegido por una mampara y que ha relatado que, sobre las 20,30/21,00 horas del día de los hechos, vio al acusado en el parque.

Según ha dicho, Francisco Morillo "iba en bicicleta" y su estado era "normal". "No estaba violento, ni nervioso, ni borracho", ha dicho, asegurando que el lugar donde tuvo lugar el crimen estaba aquella noche "más oscuro de lo normal".

Durante la segunda jornada de la vista oral que se sigue contra el acusado, para quien tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitan la prisión permanente revisable, han declarado también una decena de agentes de la Policía Nacional, trabajadores de la limpieza del parque María Luisa, familiares, amigos y compañeros de trabajo de la víctima.

AL ACUSADO LE GUSTABA EL "SEXO DURO"

En este sentido, un agente de la Policía Nacional ha explicado que intervino en el análisis de la información que contenía el ordenador del investigado, explicando que se recuperaron dos tipos de carpetas, una que contenía fotografías y vídeos "normales" con escenas familiares, y una segunda carpeta con imágenes y vídeos "que se habían intentado eliminar".

"Era sexo duro y violento", ha manifestado este policía, quien ha dicho que el acusado "tenía una parafilia de sexo anal" y tenía preferencia por los vídeos de "violaciones múltiples y sadomaquistas, con mujeres atadas y sometidas", por lo que el perfil del acusado era "totalmente compatible" con los hechos ocurridos en el parque.

Todos los agentes que han comparecido este martes en el juicio han coincidido en señalar que no se rompió en ningún momento la cadena de custodia de las pruebas recogidas en el lugar de los hechos, como pañuelos de papel con restos de sangre. "Se respetaron los protocolos siempre", han manifestado.

Cabe recordar que el abogado del acusado planteó como cuestión previa la "ruptura" de la cadena de custodia respecto a los vestigios hallados en el lugar de los hechos al entender que "se han incumplido" los requisitos policiales y procedimentales "necesarios" para "entender que pertenecen al ADN del acusado", algo a lo que se opusieron tanto la Fiscalía como la acusación particular al considerar que todo se ha hecho de manera "perfectamente legal".

UNA PERSONA "MUY SENSIBLE"

Este martes también ha declarado el padre de la víctima, quien ha dicho que su hija tenía "ataques de ansiedad" porque era una persona "muy sensible" y "se estresaba muchísimo" al querer hacer todo "perfecto", señalando que la tarde del día de los hechos la vio y observó que se encontraba "bien".

De su lado, la hermana de la joven ha afirmado que ésta "estaba muy estresada por su trabajo, entre otras cosas", restando credibilidad al intento de suicidio porque habían hecho planes de futuro como hacer el Camino de Santiago "ese mismo verano" y descartando la posibilidad de que hubiera ido al parque y hubiera propuesto mantener relaciones sexuales a un hombre. "Ni muchísimos menos era una persona lanzada para buscar relaciones sexuales", ha indicado.

En la jornada de este martes también han declarado como testigos dos psicólogos que trataron a la joven, uno de los cuales ha dicho que se trataba de una chica "con una sensibilidad muy potente, con pasión por la vida y muy solidaria", por lo que ha opinado que el intento de suicidio era más "una llamada de auxilio" que una posibilidad real.

"No la veía capaz de acabar con su vida, sí de llamar la atención", ha manifestado, mientras que el otro psicólogo ha testificado que la trató una semana antes de morir y le prescribió dos cajas de ansiolíticos, dejando claro que, aunque se hubiera tomado todas las pastillas de una sola vez, ello no le hubiera causado la muerte.

También ha declarado este martes una limpiadora del Parque María Luisa, Carmen Moreno, quien ha relatado que la Policía y su propio capataz le ordenaron que limpiara y "adecentara" el lugar de los hechos, por lo que utilizó una bolsa de plástico blanca a modo de guantes y cogió ocho pañuelos y "tres o cuatro" 'salvaslip' con "mucha sangre".

A continuación, y siempre con cuidado de que estos elementos "no se contaminara con nada", metió todos estos vestigios en una bolsa que cerró con un nudo y que, a su vez, introdujo en una bolsa negra de mayor tamaño. "Los recogí porque eran pruebas, eso no se podía dejar ahí, sea un asesinato o no, eso había que recogerlo y analizarlo", ha concluido.



Más noticias

Leer más acerca de: