Víctor del Árbol, en La Rinconada: "Para mí escribir es como respirar. Antes de saber escribir, ya contaba historias"

Víctor del Árbol en La Rinconada
Víctor del Árbol en La Rinconada - AYUNTAMIENTO DE LA RINCONADA
Publicado: viernes, 16 abril 2021 17:49

SEVILLA, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento del municipio sevillano de La Rinconada ha señalado que la juventud ha vuelto a ser protagonista en la Estación de las Letras en un encuentro que ha tenido lugar en la Hacienda Santa Cruz entre el escritor Víctor del Árbol (Barcelona, 1968), que ha presentado su última novela 'El hijo del padre', y alumnos del instituto San José, que han conversado con el autor acerca de su obra, su carrera literaria e inquietudes.

En un comunicado, indica que el acto, que ha estado conducido por el periodista Sergio Moreno, ha contado también con la presencia del director general de la Fundación José Manuel Lara, Pablo Morillo, y la delegada de Cultura, Raquel Vega, que ha presentado al autor al público.

Vega también ha destacado que se "ha reinventado la Feria del Libro, que ha pasado de siete días a tres meses, una Estación de las Letras en la que multiplicamos los contenidos, con seis estaciones literarias a las que sumar bibliotecas municipales e institutos, con más de 20.000 metros cuadrados al servicio de la creación y el libro y con la juventud como protagonista para fomentar el hábito lector y el amor a los libros".

Tras la presentación, Del Árbol ha respondido a las preguntas de los jóvenes asistentes y del moderador. Así ha explicado que 'El hijo del padre' es una novela que habla sobre "esa manía de juzgar las cosas sin conocer todas las circunstancias, siempre nos posicionamos ante un hecho, porque somos seres de opinión" y al desvelar en el primer párrafo que se ha cometido un asesinato premeditado y terrible, el autor ha señalado que lo que pretende es que "al empezar la novela nosotros juzguemos sin conocer todo y, al final, el juicio que hicimos al principio cambia".

"Es una saga familiar que recorre 100 años de la historia de España, contada desde la perspectiva de los hombres de esta familia, cómo ellos afrontan los acontecimientos", añade. Diego Martín, el protagonista, su padre y su abuelo "en circunstancias distintas acaban comportándose de la misma manera". "Lo llamo genética de la memoria, los afectos, los secretos, los traumas, nos conforman una manera de ver el mundo. Somos también herederos de la memoria de la que no sabemos nada", agrega.

Ha puesto al público joven el ejemplo de cómo a la edad de 15, 16 o 17 años no "conocemos cómo era nuestro padre de niño, qué hacía o a qué jugaba y en la novela hay un capítulo en el que cuento cómo ve Diego a su padre y abuelo y en otro cuento cómo eran de verdad, de modo que los lectores sabemos más del protagonista que el propio protagonista a medida que avanza la obra".

Indica que en la novela cada generación, abuelo, padre e hijo, están marcados por el contexto histórico, y todos ellos tienen un mundo interior roto, lleno de miedos, educados en una sociedad "donde los hombres no pueden demostrar fragilidad, pero por dentro los va carcomiendo y eso trae consecuencias". "Para ser frágil hay que ser muy valiente y ellos no saben hacerlo", incide.

Preguntado por su oficio de escritor, Víctor del Árbol ha destacado que un escritor es "un creador, una persona que tiene una curiosidad infinita, una visión, una manera de ver las cosas diferentes del resto del mundo". "Yo con ocho o nueve años ya me inventaba historias. Es inevitable que yo vierta en mis novelas cosas que me han pasado, pero no sirve de nada si no se convierte en universal. Que lo lea una persona de Japón y se sienta identificado con lo que lee, porque el amor, las emociones son universales", añade.

También ha hablado de su infancia, en medio de la "extrema pobreza" en el barrio de Torre Baró en Barcelona, donde no había ni tan siquiera agua corriente, y su madre lo dejaba en la biblioteca mientras trabajaba, y es en ese espacio donde surge "mi pasión por los libros, a mí la literatura me hizo libre, en primer lugar, porque el rato que estaba leyendo me sentía seguro y protegido en mi entorno, en segundo lugar, porque aprendí el silencio y, por último, el asombro de leer cosas". Y es que, tal y como ha destacado el escritor catalán, "yo escribo porque no soy capaz de no hacerlo, para mí la escritura es como respirar, incluso antes de saber escribir yo ya contaba historias yo he conseguido que mi pasión sea mi forma de vida".

El primer libro que leyó fue 'La Ilíada', una versión adaptada para niños, en el que se sintió identificado con Héctor, el antihéroe, el perdedor. "Siempre me pongo del lado de los hombres, no de los dioses", añade.

Otra de las cuestiones planteadas por los jóvenes ha sido que los aconseje sobre cómo vivir la vida y el autor ha respondido: "Sed vosotros mismos, es difícil no dejarse llevar por el rebaño, buscad vuestra propia identidad, averiguad quienes sois, pensad cual es vuestro talento, vosotros en vuestro interior sabéis quienes sois. Cultivad vuestra inteligencia y cuestionaros todo y, al final, seréis quiénes queráis ser".

Ha puesto de ejemplo que, con 23 años, una editora rechazó una novela suya, tardó 20 años en publicar la primera y otros diez en ganar el Premio Nadal, pero cuando ganó, esa misma noche, quemó todas las cartas, que tenía guardadas, de editoriales que habían rechazado su trabajo a lo largo de los años. "La vocación se tiene que imponer a la obligación. Tengo el principio rector de que yo soy escritor 24 horas al día, 365 días al año y todo lo que hago y digo es coherente con esa idea de lo que soy. Viviremos muchas vidas, nos pasarán muchas cosas, pero nosotros sabemos cuándo estamos siendo sinceros y cuándo cínicos", afirma.

Para finalizar y ante la cuestión de qué hacer para ser escritor, Víctor del Árbol ha dado tres claves: leer, "porque os hará libres de una manera que los que no leen no lo saben", "creed en vosotros mismos" y la práctica, "escribir, escribir y escribir".

Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) fue mosso d'esquadra desde 1992 hasta 2012 y cursó estudios de Historia. Es autor de las novelas 'El peso de los muertos' (Premio Tiflos de Novela 2006), 'El abismo de los sueños' (finalista del XIII Premio Fernando Lara 2008), 'La tristeza del samurái' (Prix du Polar Européen 2012), traducida a una decena de idiomas y bestseller en Francia, 'Respirar por la herida' (finalista en el Festival de Beaune 2014 a la mejor novela extranjera), 'Un millón de gotas' (ganadora en 2015 del Grand Prix de Littérature Policire), 'La víspera de casi todo' (Premio Nadal de Novela 2016), 'Por encima de la lluvia' (2017) y 'Antes de los años terribles' (2019).

En 2018 fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa. En 'El hijo del padre' presenta a Diego Martín, un hombre que ya nació marcado por una infancia dura y triste y en la que va narrando hasta la actualidad determinados periodos de la vida del protagonista hasta un final trágico.

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