CÓRDOBA 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) ha estudiado el proceso de descomposición del etanol para producir hidrógeno usando tecnología de plasma, medio por el que se puede descomponer en sustancias útiles para nuevas baterías, una investigación para la que han empleado esta tecnología de vanguardia, única en España, mediante dispositivos procedentes de la Universidad de Montreal (Canadá).
Así lo ha comunicado la UCO en una nota, en la que ha explicado que el etanol es un alcohol y, por medio de la novedosa técnica, se ha podido descomponer en sustancias útiles para nuevas baterías. En concreto, se ha descrito dos rutas: una para obtener exclusivamente hidrógeno, y otra para lograr simultáneamente la producción de hidrógeno y grafeno. Ambos son compuestos de alto valor añadido empleados ya en innovaciones para lograr baterías de nueva generación, por lo que se abren grandes expectativas para esta línea de investigación.
Este ha sido un descubrimiento por duplicado, ya que cuando el equipo científico, formado por físicos y químicos pertenecientes al Laboratorio de Innovación, el que ha colaborado un profesor del Departamento de Química Orgánica, depuraban una técnica para la producción de hidrógeno a partir de etanol, un residuo agrícola, cuando ha obtenido al mismo tiempo un material de carbono sólido en cantidades muy estimables.
Una vez analizado este material se ha comprobado que se trata de grafeno de muy alta calidad. Los resultados, publicados recientemente en 'Chemical Engineering Journal', abren ahora dos nuevas rutas para conseguir baterías de nueva generación: producir exclusivamente hidrógeno o hidrógeno y grafeno. El grupo, con la colaboración de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la UCO, ya ha patentado el procedimiento.
La investigadora principal del trabajo, Dolores Calzada ha indicado que "cuando en ciencia defines un objetivo y tratas de alcanzarlo, hay veces que se obtienen resultados colaterales no esperados, con los que se abren nuevas líneas de trabajo que puedes posteriormente explorar tú o en compañía de otros grupos de investigación de otras disciplinas".
El plasma está presente en nuestro día a día, en los tubos fluorescentes y en las lámparas de bajo consumo, por ejemplo. En los tubos fluorescentes, al gas contenido en ellos se le aplica energía eléctrica, ionizando parcialmente dicho gas y generando partículas que al interaccionar originan la emisión de luz. En este caso la novedad es el uso dado a estas partículas, en particular los electrones, que pueden "romper" las moléculas del etanol dando lugar a otros nuevos compuestos.
El etanol está formado por moléculas de carbono, hidrógeno y oxígeno, por lo que era predecible la obtención, al menos, de hidrógeno y carbono, pero no así que los átomos de carbono se asociaran dando lugar a la estructura de grafeno, de cuyo análisis se ha derivado que es de elevada calidad y libre de metales al no utilizar catalizadores en el proceso. Esta investigación se ha realizado en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
Descrita de manera experimental la doble vía para obtención de hidrógeno y grafeno a partir de etanol, los investigadores están trabajando, actualmente, en su escalado industrial a través de un proyecto de investigación y desarrollo (I+D) de la Junta de Andalucía. "En un principio, vamos a simultanear esta doble vía que hemos abierto", ha indicado Calzada, quien ha añadido que "ya que no sabemos del todo hacia donde nos puede llevar y cuál de los dos compuestos puede ser más rentable desde el punto de vista económico".
FINALIDADES
La batería de hidrógeno es ya una realidad e incluso hay vehículos circulando por las carreteras de Estados Unidos o Alemania. No obstante, dada su novedad, se sigue investigando en ellas porque aún no se conocen todas las posibilidades que ofrecen. De ahí, que el hidrógeno obtenido mediante esta tecnología vaya a ser utilizado en analizar la capacidad de trabajo de las pilas de combustible con hidrógeno procedente de la descomposición de etanol.
Con el grafeno, se pretende fabricar nuevos electrodos para pilas de combustible que no necesiten emplear platino como catalizador, contribuyendo a abaratar el coste de este tipo de pilas. La Universidad de Córdoba ha abierto, en este sentido, una nueva línea de trabajo para conocer las potencialidades del grafeno en el área energética.