ZARAGOZA 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado las obras de rehabilitación de la cubierta de la iglesia de la Casa Amparo, que han contado con una inversión de 451.000 euros y han sido ejecutadas por la empresa BCO Construcciones y Servicios SL.
Las obras fundamentales previstas han incluido también correcciones y la subsanación de algunos aspectos complementarios que afectaban al exterior del edificio en lo referente a las humedades que lo deterioraban.
Así lo han comprobado este miércoles el consejero municipal de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, y la consejera municipal de Políticas Sociales, Marian Orós, quienes han visita el resultado de las obras en la cubierta de la iglesia de la Casa de Amparo, pero también en el interior del templo, dado que se aprovecharon los trabajos para la recuperación de los espacios de la sacristía y su puesta en valor.
"Aquí se ha eliminado un falso techo para dejar al descubierto las bóvedas y poder hacer catas que determinen los periodos de construcción y aporten más información histórica, cultural y patrimonial a este edifico tan singular y ligado a la historia de nuestra ciudad", ha indicado Serrano.
No obstante, la actuación primordial se ha realizado en el tejado y su estructura, donde "existía una evidente preocupación por el estado de la cubierta", ha advertido Serrano, por lo que desde Urbanismo se ordenó el proyecto para su arreglo.
La cubierta o tejado en sí no tiene valor histórico o documental, por lo que se ha podido ejecutar una renovación integral de la estructura con materiales de mucha mayor durabilidad, aunque conservando todos aquellos aspectos que definen sus características arquitectónicas.
De este modo, se comenzó demoliendo la cubierta, empezando con la retirada de las tejas y conservando las que de buen estado para su reutilización. Se ha eliminado el tablero de cañizo y yeso, junto a la estructura de madera existente, evitando el apoyo en las bóvedas. Se ha hecho un reparto de las cargas estructurales, con la reparación de las cornisas", ha resumido Víctor Serrano, quien ha señalado que también se han ejecutado numerosas labores de carpintería, bajantes de pluviales, electricidad, protección antiincencios y seguridad.
"El deterioro de la cubierta era generalizado y progresivo, con riesgo evidente de colapso de algunas vigas. Ya se hizo un refuerzo interno como solución temporal, pero ahora hemos actuado de manera integral", ha explicado Serrano, quien ha resaltado el compromiso del Gobierno municipal con el patrimonio histórico artístico y los equipamientos de la ciudad.
1,7 MILLONES DE EUROS
En la Casa de Amparo se han invertido en los últimos años más de 1,7 millones de euros en distintas actuaciones. Antes de las cubiertas de la iglesia se dedicaron otros 600.000 euros en adecuar, en la zona noroeste del edificio de la planta primera donde se crearon cinco nuevas habitaciones, una zona de atención geriátrica y un despacho multiusos, lo que incluyó el refuerzo del forjado entre las plantas.
A todo ello se suma la climatización de la primera y segunda planta, con 524.621,56 euros; y la pintura de estos espacios con 28.304,49 euros; la mejora de la eficiencia energética y el confort de los residentes con el cambio de caldera, hasta 35.658,58 euros; medidas de seguridad contra incendios en la planta sótano y la escalera exterior, con 45.617 euros; o la instalación de ventilación forzada en los aseos, cifrada en 35.164,80 euros, ha resumido Serrano.
"Estas inversiones reflejan el compromiso social de este equipo de Gobierno con las políticas de dependencia", ha recordado la consejera Orós, quien recordado la importancia de Casa Amparo, donde todas las actuaciones "redundan en el bienestar de los residentes y en la calidad de los servicios que prestamos en este espacio, que es un verdadero faro social para la ciudad".
En este equipamiento, ha señalado Orós, "los trabajadores realizan con mucha profesionalidad y mimo una atención centrada en la persona para promocionar la autonomía personal". "Buscamos que personas con pocos recursos o sin red familiar reciban el mejor cuidado en un lugar en el que se sientan como en casa", ha añadido, al tiempo que ha enfatizado la importancia "de mejorar la calidad de vida de los residentes y retrasar el deterioro propio de la edad o de las enfermedades que padecen".
"El trabajo con los residentes se desarrolla desde cuatro áreas", ha recordado Orós. En el Área Física "se fomenta la autonomía, el autocuidado, el control postural, el uso y manejo de teléfonos móviles, el taller de cocina, la psicomotricidad y relajación, o el taller de recuperación funcional para incrementar la movilidad articular y la fuerza muscular", ha explicado.
En el Área Cognitiva se hacen talleres de estimulación, orientación a la realidad y charlas sobre experiencias de vida y momentos históricos.
Mientras que en el Área de Ocio y Tiempo Libre "se ofertan talleres de artesanía creativa, laborterapia, huerto ecológico, lectura fácil, escritura y música, además de realizar actividades lúdicas de su interés como juegos de mesa, bingo, juegos tradicionales y juegos de intelecto, a lo que se suma un programa de ocio y tiempo libre con salidas al exterior, teatro, tertulias y exposiciones.
Por último, "desde el Área del Entorno se trabaja en la adaptación y eliminación de barreras arquitectónicas; la formación y asesoramiento a trabajadores, estudiantes y voluntarios; las videollamadas con familiares; o las actividades intergeneracionales con el CEIP Santo Domingo que promueven el vínculo y el conocimiento mutuo entre niños y personas mayores", ha apuntado Orós.
HISTORIA CASA AMPARO
El original Convento de Santo Domingo se funda por Jaime I en el siglo XIII, mantuvo el apoyo de los reyes de Aragón durante siglos y se considera el convento más antiguo de la ciudad.
A lo largo del siglo XIV constan ya la mayoría de las edificaciones fundamentales complementarias al templo, como el refectorio, el dormitorio y claustros. En aquella época, el convento era un foco de cultura y donde se produjeron importantes acontecimientos históricos, como la utilización por la Corona de Aragón como lugar para la celebración de Cortes en el refectorio, la actual Biblioteca y Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, que se rehabilitó en 2001 y da al paseo de Echegaray y Caballero.
En los siglos posteriores el convento mantuvo continuas transformaciones, aunque la más destacable fue la reconstrucción de la iglesia en el siglo XVII.
En el siglo XIX sufrió las invasiones napoleónicas y las leyes de desamortización hasta que los edificios fueron ocupados por el Ayuntamiento de Zaragoza en 1837.
La Casa de Amparo se establece en 1871 en un pabellón construido en el solar del Convento de Santo Domingo. El edificio fue ampliado a partir del año 1885 según proyecto de Ricardo Magdalena, dándole al edificio la disposición que tiene actualmente y marcando las directrices que se seguirán hasta la conclusión de mismo.
En 1905 se inician las obras del pabellón que da a la calle de Predicadores. Entre los años 1931 y 1935 finalizan las obras de la Casa de Amparo, ejecutándose dos nuevos pabellones: el pabellón norte y uno de los laterales. En 1940 se reforma el interior y se restaura de la iglesia y en 1944 embellece el vestíbulo.
Desde sus orígenes hasta la actualidad se han estado realizando constantemente obras de remodelación y mejora de las instalaciones, constando en los archivos municipales expedientes urbanísticos desde finales del siglo XIX.