Sanz (IU) cree que Europa está en una encrucijada y tras regular a favor del mercado debe ir hacia derechos sociales

Europa Press Aragón
Actualizado: jueves, 4 junio 2009 14:51

ZARAGOZA 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

El candidato aragonés de Izquierda Unida (IU) al Parlamento Europeo, Álvaro Sanz, manifestó que Europa se encuentra en una encrucijada porque durante más de una década ha optado por regular a favor del mercado "cortando derechos laborales" y ahora "debe promover que la economía de productiva se ponga a favor de los derechos sociales".

En este sentido, reivindicó, en una entrevista concedida a Europa Press, la jornada laboral de 35 horas semanales y una edad máxima de jubilación a los 60 años y mostró sus criticas hacia la "flexiseguridad que pretende cambiar el derecho al trabajo por el derecho a trabajar" e incidió en que "se debe regular al alza los derechos laborales".

De forma sintética dijo que "es necesario un cambio y una refundación europea desde la ciudadanía con unos estados federados en los que los ciudadanos estén por encima de la economía social y no al revés".

Tras doce días de campaña su impresión es que la ciudadanía está preocupada por la situación económica y tiene miedo, se frena porque ve cómo merman sus derechos y a "IU le preocupa" que en este escenario se produzcan brotes antidemocráticos porque aflora lo peor en mensajes radicales de la extrema derecha", en referencia a los fascismos.

Álvaro Sanz destacó que "cuesta romper el bipartidismo que se afianza en prejuicio de la representación democrática". Así, lamentó que tanto el PP como el PSOE "utilicen la campaña de las europeas para maquillar un debate absurdo y malo éticamente" y que mediáticamente el debate se refleje en aspectos como "la ceja, el avión o el traje".

Sobre la repercusión de la legislación europea en ámbitos concretos que afecten a Aragón, como el complejo de ocio y juego Gran Scala que se proyecta instalar en Ontiñena (Huesca), destacó que desde la Unión Europea "se ha criticado ese modelo fracasado de desarrollo" y abogó por la obligación de que la normativa comunitaria medioambiental "impida ese tipo de proyectos".

CONSENSO EN COMUNICACIONES

Puesto que las comunicaciones transfronterizas, como el Canfranc o la travesía central, son una reivindicación de Aragón desde hace décadas, Álvaro Sanz señaló que "Europa no se ha constituido aún como espacio de cohesión territorial" y subrayó que en estas dos demandas aragonesas los Estados "han actuado sin consenso" además de dejar las comunicaciones a la regulación del mercado que "ha apostado por la 'Y' vasca y el arco mediterráneo".

El candidato de IU lamentó que "el Canfranc se ha dejado morir", al tiempo que reclamó la reapertura de esta línea ferroviaria internacional a través del Pirineo aragonés porque es una línea que "vertebra, genera riqueza y es una apuesta logística", pero recalcó que la vertebración territorial de Europa "requiere de consensos en los modelos de transportes y comunicaciones en los que prime la sostenibilidad y lo social". También exigió que en el proyecto de la travesía central "se valoren las afecciones y se eviten desarrollos insostenibles".

Sanz incidió en que el consenso se tiene que emplear en regular "lo seguro y lo vertebrador" y rechazó las posiciones de los lobbies porque "Europa es algo más que ir a llorar, nosotros somos europeístas y no queremos que se use a Europa como un rifi-rafe político". Aseveró que "ni PP, ni PSOE han logrado impulsar las comunicaciones transfronterizas con Aragón".

Ante las previsiones de que el próximo 7 de junio se produzca una elevada abstención, Sanz argumentó que los grandes partidos han utilizado la campaña "de forma bipartidista. Ha sido como una reválida en la que cubrir sus vergüenzas y han hecho lejana a la Unión Europea y lanzan mensajes de miedo, como trabajar 65 horas semanales".

Por eso, indicó que si la campaña electoral se utiliza como "cambalache la gente no entiende que es la Unión Europea". Expuso que la UE "es algo más que lo que se utiliza desde la estrategia electoral que provoca la desafección de los ciudadanos" y que la aplicación de la normativa europea afecta a un 70 por ciento de la legislación española y citó ámbitos como la agricultura, la energía, el transporte o la sanidad.

Sanz concluyó diciendo que "si no se explica realmente la trascendencia de la Unión Europea, sus instituciones y legislación la gente siente apatía".

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