HUESCA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Industria, Construcción y Afines (UGT FICA Aragón) ha visitado esta semana las instalaciones del matadero Litera Meat en el municipio oscense de Binéfar del Grupo Pini, para supervisar el protocolo de seguridad que la empresa y el sindicato han implementado y en el que llevan trabajando desde el estallido de la crisis sanitaria.
UGT ha destacado la disposición de la empresa a implementar medidas independientemente del coste económico, pero alerta que éstas son necesarias dentro y fuera de las empresas y muchos trabajadores y trabajadoras no pueden mantenerlas en sus domicilios, por problemas de vivienda.
No obstante, el sindicato ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a la plantilla y los ciudadanos tras la repercusión mediática de los casos de contagios detectados entre los trabajadores, que pudieran hacer pensar que no existía ningún tipo de control ni administrativo, ni sanitario, ni laboral.
"Nada más lejos de la realidad. UGT FICA Aragón ha estado presente en todo momento, trabajando discretamente en la planta en un protocolo de seguridad, que se ha aplicado desde el primer día y que reunión tras reunión se ha ido mejorando con nuevas medidas acordadas con la dirección y el sistema de prevención. Si esto no hubiese sido así, hoy lamentaríamos más casos de contagio de lo que afortunadamente estamos hablando".
El secretario general de UGT FICA Aragón, José Juan Arceiz, y el secretario de Acción Sindical, Javier Ibáñez, han visitado las instalaciones de este centro de trabajo en Binéfar. Desde las obras de construcción, responsables del sindicato se ha personado en numerosas ocasiones en las instalaciones de la empresa para velar por la seguridad laboral de la plantilla.
Una vigilancia que se ha incrementado con la llegada de la COVID-19. Las limitaciones de movilidad establecidas por el estado de alarma han hecho que este seguimiento exhaustivo se realizará a través de la representante de UGT FICA en la empresa y por medios telemáticos.
El sindicato y la dirección de la empresa han apostado por implementar todas las propuestas y medidas de seguridad que se iban recomendando y aplicando en diferentes sectores industriales, y que han sido plasmadas en el protocolo implantado en la empresa, sin escatimar en los costes económicos.
PROTOCOLO
El protocolo incluye medidas de distanciamiento de dos metros y, si no es posible, el uso equipos de protección individual adecuados, más allá de mascarillas y guantes, soluciones hidroalcohólicas, así como máscaras o mamparas.
También se han ordenado las entradas y salidas de los diferentes turnos, con nuevos horarios de arranque por zonas; se han ampliado las áreas comunes que tienen una limpieza constante y se toma la temperatura a la entrada en el centro de trabajo. Estas mismas medidas se aplican también a las plantillas de las contratas que trabajan en el interior de la empresa en Binéfar.
Desde el sindicato se ha estado muy pendiente de las empresas de la industria cárnica en general y de esta en particular debido a la propia naturaleza que la actividad requiere de mayor vigilancia sanitaria, a la que habría que añadir los riesgos biológicos derivados de la COVID-19.
Por otra parte, hay que destacar de cara a la tranquilidad de la opinión pública que se trata de uno de los sectores más vigilados por las autoridades sanitarias, aunque en estos días se hayan vertido opiniones sin saber cómo se organiza, limpia y controla sanitariamente un centro de trabajo de estas características, cuyos controles son diarios.
El objetivo es que en Litera Meat y cualquier empresa, sea un lugar de trabajo seguro donde no quede espacio para el contagio. "Si todos cumplimos el protocolo aprobado, y ponemos de nuestra parte, así será", ha añadido el sindicato.
"Lo cierto es que la problemática de este sector es común en todos los centros de trabajo: el perfil de las plantillas donde las personas de origen extranjero son mayoría y con problemas de vivienda acuciantes, hace a estos trabajadores y trabajadoras más vulnerables frente a la COVID-19".
Según el sindicato, mantener los protocolos de seguridad una vez abandonado el centro de trabajo es para muchos de ellos una tarea imposible, al convivir con otros trabajadores de otros sectores en viviendas no siempre dignas y a veces con exceso de ocupación.
"Un problema que debería ser resuelto por las diferentes administraciones, que a pesar de los esfuerzos que se realizan, suelen ser insuficientes. Mantener las normas indicadas por las autoridades sanitarias y de Salud Pública, de distanciamiento social, medidas higiénicas de lavado de manos y el uso de mascarillas son fundamentales para vencer al virus, pero es un trabajo que hay que hacer dentro y fuera de las empresas".
