Zaragoza.- La Filmoteca inicia un ciclo dedicado al cineasta Pedro Avellaned con su última obra 'Dulces aguas amargas'

Actualizado: martes, 14 noviembre 2006 15:14

ZARAGOZA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Filmoteca de Zaragoza acoge, a partir de mañana miércoles, 15 de noviembre, un ciclo dedicado al cineasta aragonés Pedro Avellaned (Zaragoza, 1936). En el ciclo, que se prolongará hasta el próximo 25 de noviembre, se presenta la última obra del aragonés, 'Dulces aguas amargas' (2006), así como una recopilación de sus trabajos, y algunas películas seleccionadas por el mismo Avellaned, "de cineastas que le habían emocionado", explicó el director del Área de Exhibición y Difusión de la Filmoteca de Zaragoza, Leandro Martínez.

Entre los trabajos anteriores del aragonés que se proyectarán durante el ciclo se encuentran 'La gitana' (1964), 'Romeo y Julieta en los infiernos' (1969), ó 'Tiempo de metal' (1972). También se proyectarán otros filmes en los que intervino como ayudante de dirección o como actor ('Sic Semper', 'La batalla', 'Culpable para un delito' ó 'El aire de un crimen').

"Este ciclo es un proyecto largamente acariciado al que se añade esta nueva película que se proyectará hasta el sábado 18", apuntó Martínez. 'Dulces aguas amargas' recupera partes de otras cintas de Avellaned, elementos no terminados en su tiempo, como 'Romeo y Julieta' "cinta a la que le faltan dos escenas", y otras partes recientemente grabadas, "de ahí la diferencia de calidad técnica", aseveró el autor, Pedro Avellaned.

"Lo más antiguo que aparece en esta recopilación es de 1965, hay cosas grabadas aquí (Zaragoza), y otras filmadas en Barcelona", apuntó el director en relación con la variedad de imágenes e historias incluidas en la cinta. "Algunas imágenes no han llegado a entrar pero otras me emocionaban y sí las he incluido, sí que me ha gustado reencontrarme con esas imágenes", reconoció.

Este último trabajo lleva por subtítulo 'Un film collage', porque "yo he hecho mucho collage en fotografía y aquí he pretendido hacer lo mismo, tratar de dar una idea del hombre libre con imágenes en cuanto sus actitudes y pensamientos, como en 'Poema', una de las piezas más completas y que podría funcionar por sí sola como cortometraje", ya que es uno de los segmentos más claros. Respecto al título, 'Dulces aguas amargas', Avellaned señaló que "no tiene mucho significado dentro de la película pero ésta tiene algunos elementos no reales y este título engloba un poco todo eso".

En relación a los retales que han dado forma al tejido central de la película, "todas estas cosas estaban en mi cabeza", aseguró Avellaned, "algunas ya estaban filmadas pero realmente no había una idea de utilizarlas para esto, pero sí que hay un interés en recuperar todo aquello que produzca un cierto dulzor, a pesar de que se tratan temas bastante amargos y yo no hago un cine optimista", añadió el cineasta.

Recordando su pasado, cuando "el cine amateur tenía censura", Avellaned explicó el motivo por el que él mismo destruyó la gran mayoría de sus películas. En los años 60, concretamente en 1967, Avellaned filmó 'Palabras a sangre y fuego', una de las cintas que él mismo destruyó.

Esta película surgió de unas imágenes de una excursión que el aragonés realizó con su grupo de teatro, el Grupo 29, en la zona de Sos del Rey Católico. "Entonces pensé en utilizarlo de alguna manera; en aquel momento se encontraba en pleno apogeo la Guerra de Vietnam y cayó en mis manos el libro de Bertrand Russell, 'Crímenes de Guerra en Vietnam' (1967)", explicó Avellaned.

De esta manera, "cogí las imágenes que filmamos en la excursión, algunos textos terribles del libro de Russell, e imágenes de la guerra de Vietnam", añadió. "Eso ejemplifica cómo hacíamos cine en esa época, y este trabajo es algo que nunca he conseguido proyectar en ningún sitio, porque nadie se atrevió a proyectarlo, ni en Zaragoza, ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en Bilbao", aseveró.

"Al final, un día cogí la película y disfrute enormemente prendiéndole fuego", añadió. "Aquel es un tiempo que casi prefiero olvidar por las dificultades y penurias que pasábamos, aunque sí que es tentador trabajar ahora para resarcirme un poco de aquello", concluyó.