OVIEDO 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El arquitecto británico Norman Foster, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009, postuló hoy que la gestión y el diseño de la vivienda a gran escala y a precios que resulten asequibles para los ciudadanos es uno de los retos a los que se enfrenta la arquitectura del futuro.
El autor de obras como el Banco de Hong-Kong y Shanghai, la línea de metro de Bilbao y la Torre de Collserola de la ciudad condal, ofreció hoy una rueda de prensa en la capital del Principado, que esta tarde acogerá la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, bajo la presidencia de los Príncipes, Don Felipe y Doña Letizia.
Foster agradeció un premio "que reconoce la aportación de todas las partes que intervinieron en cada uno de sus proyectos" y se refirió a la arquitectura como un arte "colaborativo".
A su juicio, las urbes del futuro seguirán el modelo de ciudades compactas europeas, "de las que Oviedo es un buen ejemplo". En este sentido, explicó que núcleos con más densidad de población, como Nueva York, consumen menos energía que otros con una arquitectura más dispersa. La clave reside, para él, en la relación entre el consumo energético de los edificios y el de las propias personas.
Consideró que se producirá una transición hacia el diseño de edificios que consuman menos energía y recojan más del exterior. La arquitectura deberá, defendió, trabajar con la naturaleza y enfrentarse al reto de un nivel "cero" de emisiones de carbono.
Así, citó su reciente proyecto del diseño de la torre de la sede central de la Hearst Corporation en Nueva York, que aprovecha las condiciones favorables del clima para evitar la necesidad de enfriar o calentar el aire.
Además del respeto y la armonía con la naturaleza, sus próximos desafíos se centrarán en trabajar de la forma más económica posible, aprovechando los recursos que están disponibles de una forma más inmediata y que abarcan, en función de las necesidades, materiales como el acero, el vidrio, la madera o el hormigón.
Incapaz de elegir su edificio favorito, el artista no dudo a la hora de escoger la cúpula de vidrio del edificio restaurado del Reichstag alemán como una de sus proyectos más representativos porque en él se dan cita cuestiones históricas, sociológicas y ecológicas importantes. "Elegir un edificio favorito es tan imposible como escoger el hijo al que más quieres", subrayó.
Con obras en Oriente Medio, Europa y las dos Américas, señaló la colaboración con los expertos locales y la atracción de jóvenes talentos como dos elementos fundamentales en la arquitectura.
Preguntado por el proyecto del estadio del Camp Nou, en Barcelona, dijo que la ciudad es un ejemplo único de regeneración inteligente y aseguró que el proyecto es uno de los más interesantes en los que su equipo trabaja. Añadió que, como el resto de obras, su diseño pasa por fases más rápidas frente a otras más lentas.
Para el jurado encargado de fallar el galardón, la obra de Foster conjuga la calidad estética, la reflexión intelectual y el diálogo entre territorio y ciudadanía, a través de un original dominio del espacio, la luz y la materia.