La Policía detiene en Avilés a tres personas por venta de droga en el barrio de La Cabián-Valliniello

Actualizado: miércoles, 26 mayo 2010 14:04

OVIEDO, 26 May. (EUROPA PRESS) -

Tres vecinos del barrio de La Cabián-Valliniello, un matrimonio y un hombre, fueron detenidos por agentes de la Policía por un presunto delito de tráfico de drogas. Uno de los detenidos cuenta con numerosos antecedentes, todos ellos por Tráfico de Drogas, habiendo cumplido condena por ellos en el Centro Penitenciario de Villabona. Precisamente la Autoridad Judicial ha decretado nuevamente prisión provisional en este mismo Centro. La Policía ha dado por desarticulados así dos puntos de venta de droga en el barrio.

Las investigaciones llevadas a cabo por Agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Avilés, se iniciaron hace varios meses, a raíz de la información que había llegado al Grupo a través de distintas fuentes que señalaban dos viviendas del barrio de La Cabián-Valliniello, como los principales puntos de venta de droga al menudeo de Avilés.

Una de las viviendas estaba ocupada por un matrimonio y la segunda por un hombre. Ambos tenían en común que hacía poco habían fijado su residencia en el barrio. Tras las primeras indagaciones, los investigadores constataron que estas personas no desempeñaban actividad laboral alguna y que a lo único que dedicaban su tiempo era a recibir múltiples visitas de personas que llegaban constantemente a sus domicilios. Muchos de ellos eran conocidos toxicómanos de la Villa.

En el desarrollo de las investigaciones se fueron recopilando y analizando datos, indicios y pruebas que sirvieran para demostrar claramente el tráfico de drogas.

Un hecho que llamó la atención de los investigadores es que si bien en un primer momento parecía que entre el matrimonio y el hombre no existía ninguna relación, al poco tiempo se detectó que comenzaban a actuar con una cierta organización.

Se percataron que comenzaban a llamar excesivamente la atención por lo que presuntamente decidieron llegar a un "acuerdo empresarial" que les beneficiaría a ambos, de tal manera que mientras uno de ellos cesaba temporalmente la actividad delictiva en una vivienda, el otro comenzaba en la suya.

Otra medida de seguridad que adoptaron con el claro objetivo de dificultar el trabajo de la policía, fue esconder la droga y los útiles para su manipulación fuera de la vivienda evitando ser sorprendidos en un hipotético registro policial.

Esta última medida fue la que a la postre les resultó más infructuosa, ya que los investigadores detectaron el escondite de la droga, interviniendo en la mañana del día veinticuatro de los corriente, dos mil dosis de cocaína, una báscula de precisión y otros útiles para la manipulación y distribución de la droga, dentro de una casa abandonada y medio derruida situada frente a sus domicilios.

Coincidiendo con la llegada de los primeros toxicómanos que acudían a La Cabián a adquirir sus dosis, el propietario de la segunda vivienda que en esos días y según el acuerdo con el matrimonio, le correspondía trabajar, se dirigió a la casa abandonada a recoger la droga para vender ese día. Su sorpresa fue mayúscula cuando dentro de la casa se encontró con los policías que le esperaba pacientemente escondidos en el interior.

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