OVIEDO, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación de la desaparición y muerte de la gijonesa Paz Fernández Borrego en Navia, en febrero de 2018, han declarado este martes en calidad de testigos ante el tribunal. Uno de ellos, agente del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil ha manifestado que se encontraron muchos vestigios y restos biológicos en varios lugares de la vivienda del acusado, Javier Ledo, sobre todo en la escalera y ha añadido que esos restos, a su entender, "no son compatibles con una muerte por una caída accidental".
"Bajo mi punto de vista y la experiencia después de haber analizado los resultados de la autopsia esos restos biológicos no son compatibles con una caída accidental", ha explicado. Así ha indicado que las primeros restos de sangre de la víctima se encontraban en el rellano y "de ahí para abajo" había más.
En la misma línea otra de las agentes de criminalística ha indicado que "había muchos marcadores que hacen pensar que el acto violento se inicia en la planta primera y luego se recrudece en el rellano y llega a la planta baja" y ha reiterado que las heridas en el cráneo y las muestras de defensa en las heridas en las manos de la víctima hacen que su muerte "no sea compatible con una caída accidental".
Durante sus declaraciones los agentes han indicado que el acusado reconoció que había tirado prendas de la víctima antes de deshacerse de su cuerpo ya que estaban muy manchadas de sangre. Si bien otro agente ha destacado que también declaró haberlas quemado en una hoguera que había hecho en casa de sus padres.
También han explicado ante el juez y los miembros del jurado popular que el acusado, Javier Ledo, reconoció en su momento, durante la reconstrucción de los hechos, que había golpeado a la víctima con el rodillo de cocina que fue hallado en su vivienda y en el que no se encontraron restos de sangre.
Otro de los miembros de la Guardia Civil que participó en la investigación ha asegurado que de las entrevistas llevadas a cabo con diferentes personas de la zona o con familiares de la víctima "quedaba claro que había un vínculo o una relación más allá de la amistad" entre Paz Fernández y el acusado. Así, por ejemplo ha indicado que en la inspección ocular en el domicilio de la fallecida "apareció un traje del acusado", además se les había visto juntos en un establecimiento público "con un comportamiento de pareja".
Los agentes también analizaron numerosas conversaciones mantenidas por wassap entre víctima y acusados, entre las que había numerosas imágenes "de ambos con sus hijos y similares a las normales entre una pareja".
Los agentes, a preguntas de la defensa, también han referido que de la investigación se conoce que la víctima "se dedicaba a la prostitución".
Estas declaraciones han tenido lugar en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial. La Fiscalía de Área de Gijón y la Abogacía del Estado solicitan 15 años de prisión y 10 de libertad vigilada para el acusado por un delito de homicidio con agravantes de abuso de superioridad y de desprecio de género; mientras que las acusaciones particulares, que ejercen los familiares de la víctima --madre y hermanas, e hijos--, piden 25 años de prisión al calificar el crimen como un asesinato con la agravante de desprecio de género. La defensa pide su libre absolución, y de no ser atendida plantea multa por imprudencia leve o 3 meses de prisión por imprudencia grave.
