SANTANDER, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La localidad de Arredondo acogerá este sábado, 7 de agoto, la primera Feria del Vino de Cantabria, en la que estarán representados los nueve vinos que se elaboran en la región: seis blancos y tres tintos.
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria, acompañado por el alcalde de Arredondo, Luis Alberto Santander, y el presidente de la Asociación de Vitivinicultores de Cantabria, Asier Alonso, ha presentado la cita en rueda de prensa.
Oria ha destacado el "entusiasmo y la fuerza" con la que la Comunidad Autónoma se ha incorporado al cultivo de viñedos y a la elaboración de caldos, a pesar de haber sido una de las últimas en adherirse a este mundo.
En conjunto, Cantabria cuenta con 47 viticultores que operan bajo la Indicación Geográfica Protegida 'Vinos de Cantabria'. En la última añada, se han cultivado unas 40 hectáreas de viñas que han producido cerca de 112.000 litros de vino. Esta cosecha viene a significar unas 150.000 botellas en el mercado, cuyo valor supera el medio millón de euros.
Los caldos cántabros se agrupan en dos denominaciones. Por una parte, está el 'Vino de la Tierra Costa de Cantabria'. Su área de producción está comprendida entre la costa y los valles interiores de influencia Atlántica hasta la cota de 600 metros.
Siete bodegas y doce viticultores producen en esta zona, donde se elaboran seis vinos blancos: Ribera del Asón, Casona Micaela, Lancina, Tejea Verde, Verde Viña La Vida y Carrales de Cayón.
La otra denominación es el 'Vino de la Tierra de Liébana', con dos bodegas y 35 viticultores. Su área de producción incluye los términos municipales de Potes, Pesaguero, Cabezón de Liébana, Camaleño, Cillorigo de Liébana y Vega de Liébana, donde se elaboran los tintos 'Pico de Cabariezo' y 'Lusía', que recientemente ha obtenido el premio Bacchus de Oro.
CRECIMIENTO EN CANTIDAD Y CALIDAD
Según el consejero, "los vinos cántabros crecen en cantidad y calidad", como se comprobó en la cata de la añada 2009. Además, cada vez es más fácil encontrar los caldos de la región, tanto en el mercado, como en los principales restaurantes de Cantabria.
Asimismo, las viñas cántabras van creciendo de forma que, en este momento, hay ya alrededor de un centenar de hectáreas plantadas, más de la mitad acogidas a denominación, y "un animoso y joven grupo de profesionales con plantación, pero aún sin producción".
Oria se ha referido, como ejemplo del dinamismo del sector, a la reciente creación de la Asociación de Vitivinicultores de Cantabria.
En ella, bodegueros y productores de las dos denominaciones de Cantabria se han unido con el fin de tener una sola voz y trabajar en la misma línea para desarrollar con fuerza la vitivinicultura, con el objetivo de "hacer que el vino de Cantabria tenga más presencia en la hostelería y, al mismo tiempo, potenciar su peso en el mundo rural", ha apuntado el consejero.