SANTANDER 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro Oceanográfico de Gijón del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en colaboración con los centros oceanográficos de Santander, A Coruña y Cádiz, han publicado en la revista Ocean Science un estudio sobre la variabilidad estacional de la temperatura y salinidad del océano profundo.
El estudio se desarrolla en el marco de los programas de monitorización del IEO iniciados en 2003, para el estudio de la variabilidad climática en la región del Atlántico Norte próxima al noroeste de la Península Ibérica.
La estacionalidad de la temperatura y salinidad del océano se ha analizado a partir de 8 años de series temporales proporcionadas por la repetición semianual, entre 2003 y 2010, de una sección hidrográfica profunda de unos 400 kilómetros de longitud localizada al oeste de cabo Finisterre.
Según la información del IEO, consultada por Europa Press, del estudio se desprende que todas las masas de agua de la termoclina permanente (la capa de agua en la que la temperatura decrece progresivamente y que en el Atlántico llega hasta los 2.000 metros) muestran una señal estacional coherente al oeste de Galicia.
El estudio apunta que la estacionalidad se caracteriza por una notable asimetría entre la región de talud y el océano abierto en los alrededores del banco de Galicia, y añadE que en verano, las llamadas aguas centrales (entre 200 y 500 metros) se muestran más frías y menos salinas en toda la sección, aunque el efecto es más acentuado en el talud.
La vena de agua Mediterránea, que llega procedente del estrecho de Gibraltar y se dispersa por el Atlántico a una profundidad de unos 1.000 metros y presenta características muy salinas, aparece en verano ceñida al talud y más elevada, posiblemente por su interacción con el régimen de afloramiento, señala el IEO, que explica que en invierno, la situación se invierte y el agua mediterránea se desprende del talud, extendiéndose hacia la región de océano abierto y observándose mayor presencia en las inmediaciones del banco de Galicia.
La máxima estacionalidad a profundidad aparece en la parte inferior de la vena Mediterránea, en profundidades de 1.400 metros, con valores de 0.4ºC de temperatura y 0.08 en salinidad. Esto supone hasta un 20% de la variabilidad interanual observada durante el periodo de muestreo.
Los resultados responden tanto a la estacionalidad de gran escala que afecta al giro subtropical del Atlántico como a la estacionalidad de los procesos de talud continental de origen local, caracterizados por una corriente de contorno hacia el polo en invierno y un régimen de afloramiento en verano.
Según explica el IEO, recientemente se ha demostrado la importancia que tiene la variabilidad estacional del campo de densidades del contorno oriental del Atlántico Norte en el transporte asociado a la circulación meridional de retorno, y su influencia por tanto en la evaluación y predicción de tendencias climáticas a corto y largo plazo.
Este estudio pone una vez más de manifiesto la necesidad de mantener programas de observación oceánica sistemáticos para entender cómo funciona el sistema climático global y sus cambios, señala el IEO.