Caduca el procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural el convento Regina Coeli de Santillana

Museo Diocesano 'Regina Coeli' de Santillana del Mar
OBISPADO DE SANTANDER
Actualizado: miércoles, 11 noviembre 2015 10:29

SANTANDER, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Educación, Cultura y Deporte ha publicado este miércoles en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) el acuerdo del Consejo de Gobierno del 29 de octubre mediante el que se declara la caducidad del procedimiento para la declaración del convento Regina Coeli, en Santillana del Mar, como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de monumento, al no haberse dictado la resolución en el plazo de tiempo establecido por ley, que es de 12 meses.

En el anuncio del BOC se recuerda que el 9 de julio de 2014 la Dirección General de Cultura incoó expediente para la declaración del convento de Regina Coeli como BIC con la categoría de monumento. El plazo máximo de resolución de los procedimientos de declaración de BIC es de 12 meses y, según la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria, el haber transcurrido dicho plazo sin haberse dictado y notificado la resolución determinará la caducidad del procedimiento.

Como no se ha dictado la resolución en este caso, el Servicio de Patrimonio Cultural, como órgano instructor del expediente, instó a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte a proponer la declaración de caducidad del citado procedimiento, acordada por el Consejo de Gobierno el mes pasado.

PRECEDENTES

El 13 de marzo de este año la Dirección General de Cultura sometía a información pública, por el plazo de un mes, el expediente para la declaración del convento como Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.

Para incoar el expediente, Cultura tuvo en cuenta la solicitud presentada por el Grupo Alceda para la defensa del Patrimonio Cultural de Cantabria.

Y también el acuerdo de la Comisión Técnica de Patrimonio Edificado, que informó favorablemente la incoación de expediente para la declaración del convento, incluso aunque forme parte del conjunto histórico de toda la Villa de Santillana del Mar, declarada Bien de Interés Cultural en 1943, porque, afirmaba, "el convento Regina Coeli presenta méritos histórico-artísticos de tal relevancia que le hacen merecedor de ser protegido per sé mediante la categoría de Bien de Interés Cultural de forma individualizada".

El Servicio de Patrimonio Cultural ha informado en el mismo sentido en el mismo sentido.

Por su parte, el entorno de protección quedaba delimitado por cuatro metros a contar desde el límite catastral de la parcela en la que se ubica el convento, por ser el que permite la adecuada percepción y comprensión del mismo.

CONVENTO

El convento de Regina Coeli es un referente imprescindible para comprender la historia y el desarrollo de Santillana del Mar. Tiene su origen en 1592, año en el que la Orden de Santo Domingo llega a Santillana del Mar bajo el patrocinio de Alonso de Velarde. Los frailes dominicos se instalaron en unas casas junto al palacio de su protector, poniéndose bajo la advocación de la Reina del Cielo (Regina Coeli), si bien el conjunto monástico se comenzó a construir en 1612 a las afueras de la Villa.

La iglesia del convento de Regina Coeli sigue modelos de planta rectangular, con cabecera recta y nave única de tres tramos, con capillas laterales entre los contrafuertes, utilizada por los dominicos desde final del medioevo.

El claustro, núcleo del convento, está adosado a la fachada meridional de la iglesia. Es un recinto de dos plantas que se construye hacia 1725. Es de estilo clasicista, derivado del herreriano.

Resaltan las portadas que dan acceso a la iglesia desde el claustro, así como la de la antigua sala capitular en planta baja. También se conservan otras dependencias del antiguo convento como la sala capitular, el refrectorio, los espacios de trabajo y recreo, las celdas y la huerta.

El edificio ha llegado a la actualidad en un buen estado de conservación, manteniendo todas las características espaciales originales.

El convento es, en la actualidad, sede del Museo Diocesano, que abrió sus puertas en 1969. Parte de las antiguas celdas y dependencias del convento fueron habilitadas como salas de exposición, respetando la configuración arquitectónica original. El museo es un referente nacional en su ámbito y realiza una importante labor de investigación y divulgación de sus fondos. Alberga también un prestigioso taller de restauración de arte religioso.