SANTANDER, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un retén de los Bomberos Municipales de Santander ha permanecido toda la noche en la S-20 apagando los rescoldos del incendio que se declaró ayer por la tarde, y ha sido sustituido por otro a las 8.00 horas. Los turnos continuarán hasta sofocar por completo el fuego, que se concentra en manojos de plumeros, y que, aunque no reviste ningún peligro, sí provoca inquietud en los vecinos.
Así lo han informado fuentes de los bomberos a Europa Press, que han indicado que desde que continúan recibiendo "muchas llamadas" de vecinos que ven "columnas de humo" en la zona.
En este sentido, los bomberos han asegurado que éstas no suponen "ningún peligro", porque se trata de "manojos" de plumeros que están rodeados de tierra quemada, que no puede volver a arder. Pero quieren sofocar todos los fuegos con rapidez "para tranquilizar a la gente".
Por eso, un retén --cuatro bomberos y un conductor-- ha estado trabajando toda la noche en el lugar, que prevén tardará en apagarse por completo. "Quedan muchos rescoldos y tardarán en apagarse y la gente está preocupada porque todavía ve salir humo, pero no suponen peligro de ninguna clase", han reiterado los bomberos, que han destacado que ha sido "mucha" la superficie afectada.
INCENDIO
El incendio se registró sobre las 17.30 horas de ayer jueves en la S-20, en una zona de plumeros comprendida entre la Bajada de San Juan y la Bajada de Polio. En la extinción trabajó un dispositivo integrado por más de 30 efectivos equipados con seis camiones.
El concejal de Protección Ciudadana, Antonio Gómez, acompañado por el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, y otros miembros de la Corporación municipal, se desplazó hasta la zona para comprobar la evolución de los trabajos de extinción del fuego.
Gómez explicó que los bomberos municipales, a su regreso de otra salida en Monte, se personaron en el foco de inicio del incendio, ubicado en la Bajada de San Juan, lo que contribuyó a dar una respuesta más inmediata al fuego.
Asimismo, recalcó que en ningún momento el suceso había supuesto riesgo alguno para los vecinos de la zona, si bien ocasionó una intensa humareda que obligó al cierre de la S-20, entre las rotondas del Puente de Arenas y Monte.
Como medida únicamente de prevención, debido a la existencia de abundante humo, se procedió al desalojo de ocho personas, residentes en los números 22 y 31 B de la Bajada de Polio.
Este incendio se produjo en una jornada de intenso viento sur en toda Cantabria y que, en el caso de Santander, dejó una máxima de 31,9 grados de temperatura (a las 16.30 horas, en la estación del aeropuerto).
