Los menús infantiles analizados tienen una calidad dietética aceptable, según Eroski

SANTANDER, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los menús infantiles en restaurantes analizados en Santander tienen una calidad dietética aceptable, según un estudio de Eroski Consumer, que ha analizado 180 menús infantiles de 14 capitales españolas.

El estudio especifica que aunque ninguno de los menús analizados en la capital cántabra incluye legumbres entre sus opciones y sólo uno incorpora verduras y hortalizas, en la mitad hay pescado y todos ofrecen fruta fresca en el postre.

Según el informe, consultado por Europa Press, en el caso de Santander, en el 40% de los establecimientos visitados la valoración nutricional de los menús infantiles es aceptable; en el 30% es 'regular'; en el 20% es 'bien', y en el 10% restante la valoración llega a 'muy bien'.

Por lo que respecta al precio medio de dichos menús, la valoración en el caso de la capital cántabra es también de aceptable, con un coste medio de 11 euros, mientras la media es de 12,6 euros.

DIEZ RESTAURANTES VISITADOS

En Santander, se visitaron un total de 10 restaurantes. En cada local se solicitó información detallada sobre la oferta culinaria para los más pequeños (tipo de platos, ingredientes, técnicas culinarias, etc.) con la excusa de ser padres o madres de un niño de 5 años y querer comer fuera un sábado cualquiera.

Tres de los menús infantiles analizados en la capital cántabra no logran aprobar el examen dietético propuesto por Eroski Consumer, por lo que obtiene un 'aceptable' como nota final, mejor que la media del estudio (regular). Además el precio medio de los menús evaluados es de 11 euros, un 12% más económico que el coste global del estudio (12,5 euros)

En el estudio, de los 10 menús infantiles analizados en Santander, solo uno incluía como mínimo un plato de verdura o ensalada, mientras que en ocho de ellos se podía encontrar pasta o arroz, el recurso más habitual. Además, pese a los beneficios reconocidos de las legumbres, tampoco en ningún menú infantil estudiado en la capital santanderina se incluían como plato en la oferta de menú.

Asimismo, la costumbre gastronómica pasa por incluir más carne que pescado, pero este último es un alimento tan nutritivo como la carne. Por todo ello, se valora positivamente que los menús infantiles ofrezcan al menos una ración de pescado. La mitad de los analizados en Santander incluyen pescado entre las opciones de menú.

El informe destaca que además, el acompañamiento de este tipo de platos influye también en la calidad dietética del menú, y señala que pese a las recomendaciones, solo dos de los 10 menús infantiles estudiados en la capital cántabra ofrecían guarniciones y salsas variadas: por ejemplo, ofrecían lechuga y cebolla, entre otras opciones.

En cuanto a la recomendación de utilizar las técnicas culinarias que menos grasa aporten a los alimentos, el estudio señala que en la mitad de los menús analizados en Santander, más del 50% de los platos que lo componían estaban cocinados con técnicas culinarias grasas: utilizan en especial fritos.

PUNTOS POSITIVOS: FRUTA FRESCA Y AGUA

Una de las conclusiones más positivas del estudio es que, en todos los menús infantiles evaluados en Santander, el agua era siempre una opción, frente a refrescos y zumos. Además, como postre, todos ofrecían la posibilidad de tomar fruta fresca.

Por último, otro valor añadido es que los establecimientos de hostelería y restauración ofrezcan la opción de menús 'dietéticos' adaptados a necesidades especiales como alergias e intolerancias alimentarias. Nueve de los restaurantes visitados en Santander incluía esta posibilidad.

CASI LA MITAD NO APRUEBA A NIVEL NACIONAL

Eroski Consumer ha visitado 180 establecimientos ubicados en A Coruña, Barcelona, Bilbao, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Santander, Sevilla, Valencia y Vitoria, y en todos ellos se observa que los menús infantiles analizados no ofrecen platos variados ni equilibrados.

Así, casi la mitad de ellos no logra aprobar el examen dietético propuesto por Eroski Consumer, fundamentalmente por la "insuficiente" variedad de alimentos que incluyen, toda vez que "las legumbres y la verdura no son nada frecuentes", hay repetición en las guarniciones y salsas, "casi siempre patatas fritas o salsa de tomate frito" y un "excesivo" empleo de técnicas culinarias grasas, como fritos, empanados y rebozados.