Pretende mejorar la transparencia de estas operaciones y evitar prácticas abusivas
SANTANDER, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cantabria se ha dotado de un 'Código de buenas prácticas en materia de intermediación inmobiliaria', pionero a nivel nacional y que pretende mejorar la calidad y transparencia de las operaciones de compra y venta de viviendas, y también al alquiler, evitando prácticas abusivas y defendiendo así los intereses de los consumidores y de las empresas que las practican.
El Código ha sido promovido por la Asociación Empresarial de Gestión Inmobiliaria (AEGI), perteneciente a CEOE-Cepyme Cantabria, y aprobado por la Agencia Cántabra de Consumo, y a él podrán acogerse de forma voluntaria las agencias y empresas del sector, a las que se les otorgará un sello de calidad que reconoce sus buenas prácticas.
El objetivo es poner a disposición de las partes que participan en una operación inmobiliaria una guía para unificar criterios y mejorar la información que se ofrece al consumidor, así como proporcionar documentos y contratos tipo que sirvan de referencia y protección de los intereses económicos del comprador. Para las empresas, es una herramienta de trabajo útil para realizar su trabajo y defenderlas del intrusismo y las malas prácticas profesionales, como las cláusulas abusivas.
Así lo han explicado hoy en la presentación de Código el consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo cántabro, Ángel Agudo; el presidente de CEOE-CEPYME Cantabria, Miguel Mirones; el director de la Agencia Cántabra de Consumo, Vicente Gozalo; y la presidenta de AEGI, Carmen Rodríguez. El Código va a difundirse públicamente y puede consultarse en la página web de AEGI. También está disponible en la Agencia Cántabra de Consumo.
Agudo ha señalado que, además de ser una vía para mejorar la calidad de los servicios de intermediación inmobiliaria, este Código redundará en la competitividad de las empresas del sector, al defender no sólo los intereses de los compradores en la que es una de las adquisiciones "más importantes" que se hacen en la vida, sino también a los empresarios que realizan "buenas prácticas".
El consejero ha recordado que esta iniciativa se suma a la Ley de Defensa del Consumidor y Usuario de 2006, que ya hacía referencia a la compra de vivienda, y a la creación de la Agencia Cántabra de Consumo en 2009, que viene realizando campañas en este ámbito, y supone un "avance sustantivo, cualitativo y significativo" en un mercado como el inmobiliario.
Según Agudo es un Código "pionero e innovador" en España que viene a "reforzar" el sistema arbitral de Consumo vigente en Cantabria y que se ha demostrado "extraordinariamente eficaz" en este ámbito.
Gozalo ha destacado al respecto que la Ley de Defensa del Consumidor de Cantabria supuso "un antes y un después" en la defensa de los compradores de vivienda nueva, mientras que el nuevo Código viene a llenar el "vacío" que existía en la relación entre el comprador de vivienda usada, el vendedor y el intermediario.
Así, ofrece "soluciones" antes de que se realice la operación para evitar las sanciones que después podrían producirse en su caso, ha explicado Gozalo, quien ha destacado que el mercado inmobiliario en Cantabria es "muy seguro" y ahora mismo es "muy complicado" encontrar una promoción de viviendas en la que no estén garantizadas las cantidades que el comprador ha dado a cuenta.
Ha destacado que el Código trata de "delimitar" las posiciones de cada parte en la operación y lleva aparejado un conjunto de formularios y contratos que determinan "las reglas del juego con claridad", de forma que quien utilice dichas reglas va a tener "la seguridad" de que actúa legalmente.
En este sentido, la presidenta de AEGI ha señalado que la ausencia de un marco normativo ha favorecido años atrás la "desprotección" de los consumidores y el intrusismo en el sector, pero desde la asociación siempre se ha defendido la profesionalización, formación y regularización para que los compradores estén "protegidos" y trabajen con empresas con solvencia.
"UN ANTES Y UN DESPUÉS"
Por ello, ha considerado que este Código "pionero" marcará "un antes y un después" en la intermediación inmobiliaria, y ha explicado que éste se caracteriza por su "marcado carácter autoregulador", en "perfecta armonía" con el respeto a los consumidores.
También ha destacado que a partir de ahora existirá un sello con el distintivo de buenas prácticas que las empresas adheridas podrán exhibir. Por su parte, el cliente tendrá la posibilidad de recibir información sobre inmuebles "muy superior" a la habitual y publicidad "más clara y precisa".
Las empresas y profesionales adheridos tendrán que cumplir los requisitos que se contemplan en el Código, dirigidos a "garantizar" los derechos de los consumidores y la profesionalidad de su actuación, ha explicado la presidenta de la AEGI, que ha invitado a todos ellos a sumarse a la iniciativa, porque "es el camino más rápido para conseguir la confianza" en el sector.
Entre las "malas prácticas" en el sector, ha dicho que "hay muchas", entre las que ha citado la "mala" y escasa información al comprador, la desaparición del dinero dado como señal para comprar una vivienda o la publicidad "engañosa".
Sobre el nivel de profesionalización en Cantabria, ha asegurado que es cada vez mayor y en los últimos tres años se han impartido unos 40 cursos de formación. a unas 400 personas. Según Rodríguez, en los últimos años han desaparecido en la región entre el 50 y el 60 por ciento de las empresas del sector.
Por su parte, Mirones ha recalcado que este Código es "la mejor herramienta" para luchar contra la "competencia desleal", así como el hecho de que el sector sea el que decida de forma voluntaria la "autoregulación". Además, ha señalado las buenas prácticas y la incorporación a los sistemas de calidad son "la mejor garantía" que las empresas pueden ofrecer a los usuarios.
También ha felicitado a la asociación, que forma parte de la CEOE, por su capacidad innovadora y de liderazgo en el sector, así como el apoyo prestado por el Gobierno regional, a través de la Agencia Cántabra de Consumo. Al tiempo, ha señalado que esta colaboración entre el sector público y privado "es la forma de trabajar".
