Esta laguna se encuentra en la vertiente cántabra de este espacio natural y se vio afectada por las actividades mineras en el s.XX

SANTANDER, 26 May. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Visitantes del Parque Nacional de los Picos de Europa acogerá este jueves la presentación de los resultados de la primera campaña de investigación del Lago Ándara.

El estudio, llevado a cabo por el investigador Pedro Farias, se presentará en el transcurso de un acto público que dará comienzo a las 18 horas, ha informado el Gobierno regional en nota de prensa.

El lago de Ándara se sitúa en el Macizo Oriental de los Picos de Europa, dentro, por tanto, del Parque Nacional en su vertiente cántabra.

El lago conserva su nombre, pero no su aspecto, pues de ser una masa de agua de una extensión superior a las 10 hectáreas a principios del siglo XX ha pasado a conservar sólo una pequeña zona encharcada de forma permanente, aunque es fácil identificar las formas del relieve que señalan la zona que ocupaba el lago.

Diversos colectivos sociales y personas interesadas en la conservación de la naturaleza y los paisajes de la montaña de Cantabria han puesto de manifiesto la necesidad de abordar la recuperación del lago, analizando en primer término, las causas precisas de su degradación.

Entre estos destaca la labor de un grupo de profesores de los institutos "Jesús de Monasterio", de Potes, y "Augusto González Linares" de Santander, que en el año 2009 comenzaron a recopilar información para plantear la restauración del lago y su entorno.

Esta preocupación ha sido compartida con los gestores del Parque Nacional ya que, no en vano, su Plan Rector de Uso y Gestión contempla expresamente entre sus medidas el estudio de la problemática del lago para la elaboración, si se estima adecuado, de un proyecto para su recuperación.

Como primer paso, el Parque Nacional encargó en el año 2010 al doctor Pedro Farias Arquer, del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, un trabajo de investigación cuyos objetivos han sido determinar las causas que motivaron la desaparición del lago; identificar las potenciales zonas de pérdida de agua y analizar la relación entre las fugas de agua y las labores mineras desarrolladas en el entorno más próximo.

Se trata, en síntesis, de caracterizar geológica y geofísicamente el sustrato del antiguo lago y su entorno mediante la utilización de técnicas no invasivas.

Para ello, además de recopilar y analizar de forma exhaustiva toda la información existente sobre la actividad minera, se ha elaborado un mapa geológico y geomorfológico de detalle, y un estudio geofísico del sustrato mediante la técnica de tomografía eléctrica.

Esta técnica permite identificar la presencia de zonas de circulación de agua, cavidades llenas de fluidos o de aire, etc. sin necesidad de provocar ninguna alteración en el entorno.

De los resultados obtenidos se deduce que las explotaciones mineras llegaron a situarse a una profundidad de hasta 50 metros bajo la cota topográfica de la actual vega. Sin embargo, algunas galerías y labores debieron excavarse bajo el mismo lecho del lago, dada la disposición de las rocas que se extienden en profundidad.

Los antiguos planos de labores muestran la existencia de galerías horizontales a una profundidad en torno a los 15 metros por debajo del lecho del lago, aunque podrían existir zonas excavadas a profundidades incluso menores.

Estos datos permiten considerar "muy plausible" la hipótesis de una fuga de agua en relación con la explotación minera, concretamente a lo largo de los talleres de explotación de los filones "Rosario" y "El Lago", situándose las zonas de pérdidas al noreste del lago.

PLAN DE RECUPERACIÓN

Una vez demostrada la relación directa entre la actividad minera y la desaparición del lago, el siguiente paso que se plantea el Parque Nacional en su vertiente cántabra es establecer un plan de acción para la recuperación del lago de Ándara.

Para ello, a partir de los estudios ya realizados, a lo largo de este año 2011 se abordará la redacción del proyecto de restauración del lago que incluirá, en sucesivas fases, completar el análisis de diferentes cavidades existentes en zonas próximas al lago y definir qué actuaciones son necesarias para la restauración del entorno.

Estas medidas incluyen la rehabilitación del Casetón de Ándara como lugar más adecuado para albergar una instalación que permita interpretar la singular historia de esta zona cántabra del Parque Nacional.

En el Parque Nacional de los Picos de Europa no abundan los lagos y menos aún los de mayor extensión; de hecho, el Ándara, antes de su desaparición, era uno de los tres lagos más importantes del Parque junto a los lagos Enol y Ercina situados en Covandonga.

Todos los indicios señalaban a la actividad minera que se instaló en la zona desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, como la causa que provocó la alteración de la estructura de la cubeta rocosa que albergaba el lago, provocando la pérdida de agua a través de grietas.