SANTANDER, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 4 de Santander ha absuelto a un conductor que dio positivo en un control de alcoholemia al considerar que la bebida no le había hecho suficiente efecto pese a que se quedó dormido y tuvo un accidente de tráfico.
Los hechos sucedieron en noviembre de 2006, cuando el acusado circulaba por la A-8 en dirección a Vizcaya y se quedó dormido, de forma que el vehículo que conducía se estampó contra una mediana y provocó daños por valor de 619,62 euros.
Agentes de la Guardia Civil de Tráfico le requirieron que se sometiera a la prueba de alcoholemia por el método de aire, en la que dio un resultado positivo, primero de 0,44 y luego de 0,42.
Sin embargo, pese a este resultado, la sentencia considera que el acusado no presentaba "síntomas inequívocos" de que se encontrara influenciado por el alcohol que había ingerido ni que condujera con sus facultades psicoísicas mermadas creando un riesgo para la seguridad del tráfico.
El fallo de la juez Almudena Congil explica que pese a que el resultado superara lo reglamentaria, no era "de tal entidad como para inferir de forma inequívoca que el mismo necesariamente tenía que tener sus capacidades afectadas por dicha ingesta alcohólica".
Y recuerda que, posteriormente a estos hechos, el Código Penan cifra la tasa de forma objetiva en 0,60.
La sentencia achaca el accidente al cansancio y la somnolencia del conductor, que le hizo quedarse dormido y perder el control del vehículo, al igual que el propio agente de la Guardia Civil que intervino.