El acusado de abusar a su cuñada lo niega y la familia cree que es una "invención por envidias"

"Nos ha dicho tantas mentiras que no la creo", ha manifestado la madre, que habría "matado" a su yerno si hubiera "sospechado" algo

Acusado de agredir a su cuñada y a otra menor
EUROPA PRESS
Europa Press Cantabria
Actualizado: lunes, 2 febrero 2015 15:58

SANTANDER, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

El acusado de agredir sexualmente a su cuñada y a otra menor hija de un amigo suyo ha negado los hechos y considera que han sido "inventados" por la hermana de su mujer a la que, según ha asegurado, tenía "envidia". Esta versión coincide con la de la hermana y los padres de la víctima, que también creen que se trata de una "invención" de la joven, que es "muy fantasiosa" y "una cabra loca", han apuntado.

Así se han expresado este lunes en el juicio contra J.J.L.G., que se enfrenta a petición de 65 años de cárcel por las supuestas agresiones, que en el caso de la hermana de su mujer tuvieron lugar entre 1994 y 1999, y en el otro, el de la hija de su amigo, en 2007. Ambas denunciaron en 2011, cuando la primera ya era mayor de edad y cuatro años después de los hechos en el caso de la segunda.

"Esto es incomprensible. Simplemente lo ves en una película y hoy me toca vivirlo a mí", ha expresado el acusado, para quien su cuñada, --con la que coincidía "muy esporádicamente" y que ha tachado de "problemática"--, ha "confabulado" estas "injurias" porque tiene "envidia" de su mujer.

Y esta última, que se "sorprendió" de los hechos denunciados porque su marido "nunca" ha tenido una "actuación sospechosa", ha achacado también la "invención" a motivos "económicos" ya que si bien la joven denunciante no tiene un carácter "malo", "siempre ha sido un poco cabra loca". Así, por ejemplo, quitaba las tarjetas a sus padres para sacarles dinero, ocultó el embargo de su piso o negó haber recibido una ayuda de maternidad que sí había cobrado, entre otras cosas y según ha asegurado la hermana.

En la misma línea, los progenitores de ambas respaldan esta versión y tampoco creen a la víctima, que tenía 11 años cuando se iniciaron los supuestos abusos. "En esta vida nos ha dicho tantas mentiras y películas que no la creo", ha manifestado la madre, para quien su hija es "fantástica a más no poder".

También ha dicho que si ella hubiera "sospechado" de que su yerno la había hecho tocamientos o violado, él "no vuelve a casa", porque ella misma le habría "matado". "Yo estaría en la cárcel, pero él estaría muerto", ha remachado.

Según ha señalado la mujer, se enteraron de las supuestas agresiones hace cuatro años, cuando se denunciaron los hechos, y de acuerdo con el padre, han tenido más detalles de lo ocurrido "ahora, por los periódicos". "Siempre se la ha visto bien... podía haber dicho algo al principio", ha reflexionado el hombre, que cree que todo es "mentira".

Tanto los padres como la hermana de la víctima y el acusado se han referido a distintos episodios de la vida de la joven, relacionados con "escarceos" con chicos con los que "entraba y salía" cuando era una adolescente y "dos o tres abortos", al margen de otras cuestiones económicas. "Nos hacía cada picia", ha expresado la madre, para reflexionar a continuación que igual tenían que "haberla amarrado un poco" en vez de "haberla tapado tanto".

"ERA MUY DADO A HACER COSQUILLITAS"

En cuanto a la existencia de un colchón hinchable donde supuestamente ocurrieron los abusos, en una casa que estaban rehabilitando el acusado y su mujer, éste ha negado su existencia, ya que en la vivienda -de unos 60 metros cuadrados- no había puertas o muebles, tan solo herramientas y material de obra. Tampoco han reconocido la presencia de la colchoneta los padres de las chicas, que iban al lugar a ayudar en las obras.

Por contra, otros familiares -dos cuñadas de los padres de la víctima y suegros del acusado- han afirmado que sí había tal colchón en la casa. Y una de ellas ha aseverado además que su hija le contó, cuando tenía doce años y en dos ocasiones, que el acusado la había agarrado de los pechos y le había puesto las manos "en sus partes", aunque ella pensó que era que estaban "jugando" y que la niña lo "interpretaba mal", ya que J.J.L.G era "muy dado a hacer cosquillitas".

Además, una de las testigos ha dicho de la víctima que hasta los diez años era "un cielo" de niña y "simpática", pero a partir de esa edad se volvió "rebelde" y "contestona", "una raquera y una perdida", ha apostillado.

Y la otra pariente que ha testificado en el juicio también ha incidido en este cambio de carácter, y ha apuntado asimismo que su hija le había dicho que a los 14 años el acusado le había hecho "un toque superficial". Luego, cuando se enteró de lo ocurrido, empezó a "atar cabos".

Por otro lado, en el caso de la hija del amigo del acusado, la menor que también denunció los hechos, J.J.L.G. ha negado conocer a la chica, aunque sí a sus padres, con los que sin embargo -ha dicho- no tenía "trato".

INFORMES

Los informes periciales apuntan a síntomatología de bipolaridad o depresión en el caso de la cuñada del acusado, que son compatibles con los hechos denunciados, como sentimiento de culpabilidad, levitación, o síntomas de ansiedad o depresión de carácter "leve".

Tras aludir al paso del tiempo, los expertos han señalado que no existe ninguna técnica que permita "discriminar la verdad de la mentira".

En el caso de la otra menor, la hija del amigo, detectaron problemas emocionales y de conducta, pero por la acumulación de muchas situaciones estresantes, pudiendo ser el "foco" de los mismos la separación de sus padres o la mala relación con su progenitor.

En cuanto al acusado, las pruebas practicadas han concluido que no tiene ninguna enfermedad psiquiátrica y que tampoco están afectadas sus facultades cognitivas y volitivas.

CONCLUSIONES

Tras el juicio, celebrado este lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Cantabria, la Fiscalía ha elevado a definitivas sus conclusiones, manteniendo la solicitud de 15 años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual, 42 por tres delitos de agresión sexual y otros 8 años por un delito de abuso sexual agravado, es decir, 65 en total.

Además, el Ministerio Público reclama una indemnización de 60.000 euros para la cuñada del acusado y de 6.000 euros para la hija de su amigo, por los perjuicios morales y emocionales y las secuelas psicológicas.

Por su parte, la acusación particular ha rebajado en tres los años de prisión solicitados, de 39 a 36, mientras que la defensa ha interesado que, en el caso de que el acusado sea condenado, los hechos relacionados con su cuñada se consideren prescritos.

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