(Ampl) Tribunales.- Prisión incondicional, con fianza de 60.000 euros, para la empleada de Mercasantander

Actualizado: lunes, 10 septiembre 2007 16:07

La mujer reconoció los hechos ante el juez y mostró su voluntad de resarcir los daños ocasionados, que superan el millón de euros

SANTANDER, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 1 de Santander decretó hoy prisión provisional incondicional, eludible mediante fianza de 60.000 euros, para P.GT.M., la empleada de Mercasantander presuntamente implicada en una estafa a la empresa que supera el millón de euros. La propia trabajadora admitió esta mañana los hechos en su declaración ante el juez y mostró su voluntad de resarcir a los afectados por los daños ocasionados, según explicaron a Europa Press fuentes del caso.

En el auto de ingreso en prisión, dictado esta misma mañana por el titular del juzgado, José Hoya Coromina, se cifra en 1.076.111,60 euros la cantidad que la mujer adeuda después de cinco años desviando sumas y contratando pólizas a nombre de la empresa para así poder hacer frente a las sucesivas deudas contraídas en casinos on-line.

Sus operaciones comenzaron en el año 2002, cuando empezó a cargar sus apuestas en la Visa de la empresa que tenía en calidad entonces de directora gerente. A medida que fue acumulando deudas recurrió a otras estrategias, primero la transferencia de fondos a la misma tarjeta, después la contratación de pólizas de crédito y sucesivamente otras transferencias y operaciones para las cuales llegó a falsificar hasta tres veces las firmas del secretario y del presidente del Consejo de Administración.

Según se detalla en el auto del Juzgado, del más de millón de euros adeudados por la trabajadora, 240.335 corresponden a dividendos no abonados al Ayuntamiento de Santander, como partícipe de la sociedad; otros 115.000 euros son gastos financieros y de auditoría estimados; 300.000 es la cantidad depuesta de una de las cuentas de crédito contratadas por la mujer, y los 420.756 euros restantes son importes adeudados por la trabajadora a la empresa.

La trama fue descubierta a raíz de varios cambios en la operativa de la sociedad ocurridos a lo largo de este año 2007, que movieron a la mujer a realizar distintos pagos de la sociedad y de dividendos de los que ella había dispuesto.

Al tener constancia de lo sucedido, Mercasantander comunicó los hechos a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) y ésta, a su vez, después de examinar la documentación aportada y tomar declaración a la empleada trasladó denuncia, por estafa, apropiación indebida y falsedad en documento mercantil, al Juzgado, que abrió diligencias y citó a declarar a la mujer y a su marido, AC.F.C.

OTRAS ACTUACIONES ACORDADAS.

El Juzgado de Instrucción número 1, en un auto dictado el pasado jueves pero difundido hoy a la misma hora en que la pareja estaba llamada a declarar, acordó además otras medidas para terminar de esclarecer los hechos.

Así, ordenó recabar del Registro Mercantil información sobre la constitución de una sociedad limitada denominada U.R.V., pidió que se investiguen qué fincas o vehículos tiene a su nombre la pareja y solicitó a sendas entidades bancarias que remitan extractos de dos cuentas a nombre de la mujer y su esposo y de otra a nombre de Mercasantander.

Al mismo tiempo, acordó ofrecer la posibilidad de tomar acciones en el proceso a los perjudicados: el Ayuntamiento, la empresa y la entidad bancaria a la que se deben 300.000 euros.

SUCESIÓN DE LOS HECHOS.

Desde que en el año 2002 la trabajadora comenzó a jugar en los casinos on-line, inició también una sucesión de operaciones para pagar sus deudas --que sin embargo siguieron creciendo--, y para tratar de ocultarlo a la empresa. Así, en 2002 empezó por pagar sus apuestas con la Visa de la empresa y ya en 2003, al acumulársele las pérdidas, realizó transferencias de cuentas de la empresa a la tarjeta de crédito.

A mediados de 2004 el importe de las sumas de las que había ido disponiendo alcanzaba los 60.000 euros y, para ocultarlo, contrató una póliza de crédito, por dicho importe, con una entidad bancaria, a nombre de Mercasantander. Sin embargo, a finales de ese mismo año ya acumulaba un saldo deudor de más de 51.000 euros en dicha póliza y de más de 52.000 euros en la Visa.

A lo largo de 2005 rebasó el límite de la póliza de crédito y entonces, en abril de ese año, transfirió a la póliza 50.000 euros de las cuentas de la empresa. Esta operación no contuvo la situación por mucho tiempo y en julio la suma adeuda en la póliza superaba los 60.000 euros y la deuda con la empresa se acercaba a 59.000 euros.

Se vio por ello empujada a renovar la póliza de crédito y para ello aportó una certificación, elaborada por ella misma, de un acuerdo inexistente del Consejo de Administración, falsificando las firmas del secretario del Consejo y también del presidente, el entonces alcalde de Santander Gonzalo Piñeiro.

Pero como siguió con sus apuestas en los casinos on-line, a finales de 2005 su deuda ascendía a más de 279.000 euros y en junio de 2006, tras realizar una devolución de 39.000 euros a las cuentas de la empresa con dinero de la póliza de crédito, tuvo que renovar de nuevo la póliza aportando otra certificación falsificada.

Y como quiera que a finales de 2006 sus deudas con la empresa rebasaban todavía los 214.000 euros, para evitar ser descubierta contrató una nueva póliza de crédito ahora con otra entidad y por importe de 300.000 euros, con un tercer certificado falso del Consejo de Administración de Mercasantander que fechó en marzo de 2007. A finales de julio de este año la trama fue descubierta.