AMPL.La crisis recorta la renta de los hogares cántabros y ahora 4 de cada diez subsiste con menos de 1.500 euros al mes

Actualizado: martes, 6 octubre 2009 16:49

También ha llevado a un ajuste en el consumo y a una mayor pérdida de confianza en las instituciones y los políticos

(((Esta información amplía y sustituye a la anterior sobre el mismo tema)))

SANTANDER, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Cuatro de cada diez hogares cántabros subsiste con una renta de menos de 1.500 euros al mes (desquitados ya impuestos), cuando hace dos años sólo tres de cada diez hogares tenían una renta disponible inferior a ese nivel.

Éste es uno de los efectos de la crisis que se reflejan en la Encuesta Social de Cantabria 2009, elaborada por el Instituto Cántabro de Estadística (Icane) y presentada hoy en rueda de prensa por el consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, y el director del Icane, Juan Rodríguez Poo.

La encuesta, que se basa en 1.560 entrevistas realizadas entre los meses de mayo y julio, constata que el 24,7 por ciento de los hogares de la región vive con una renta de entre 1.000 y 1.500 euros mensuales, otro 13,3 por ciento se sitúa entre 600 y 1.000 euros y algo más de un 5 por ciento de hogares subsiste con menos de 600 euros de renta disponible al mes.

En cambio, un 20 por ciento alcanza entre 1.500 y 2.000 euros mensuales, casi un 21 por ciento está entre 2.000 y 3.000 euros y más de un 10 por ciento tiene una renta de más de 3.000 euros al mes.

Comparado con la anterior encuesta, del año 2007, lo que se observa es una disminución de las rentas porque hace dos años el grupo más numeroso de hogares se concentraba en la franja de entre 2.000 y 3.000 euros (que suponía el 26,7 por ciento de los hogares) y ahora el grupo mayoritario (el 24,71 por ciento de los hogares) se encuentra entre 1.000 y 1.500 euros.

Según Agudo, esto se está traduciendo también en un "ajuste" en el consumo, en parte motivado por el descenso de la inflación, pero también porque los hogares han reducido sus gastos no prioritarios. De hecho, destacó que la encuesta revela que en 2007 los hogares necesitaban una media de 2.210 euros para llegar a fin de mes, y este año la cifra se ha reducido a 2.139.

Para reducir gastos los hogares cántabros han introducido cambios en sus hábitos de consumo. Por ejemplo, ahora se come menos comida rápida y aumenta el consumo de verduras, lo cual, en palabras del consejero, denota que la gente come menos fuera de casa.

PROBLEMAS PARA LLEGAR A FIN DE MES

Pese a ello, más de la mitad de los hogares sigue teniendo problemas para llegar a fin de mes. En la encuesta 2009 se comprueba que el 53,3 por ciento de los hogares de la región tiene dificultades, dos puntos más que en 2007. Pero si se focaliza sólo en los hogares con más dificultades el porcentaje es del 21,62 por ciento (siete puntos más).

De todas maneras, la incidencia de la crisis está siendo "desigual" y, al igual que aumentan los hogares con dificultades o muchas dificultades, también crecen los que llegan a final de mes con facilidad o muy fácilmente, en concreto, un 32,65 por ciento, diez puntos más que en 2007. Esto se explica, en opinión de Agudo, porque hay personas que mantienen sus ingresos pero ven crecer su poder adquisitivo por la bajada de los precios.

También es desigual la visión de futuro, ya que aumentan tanto los ciudadanos que son pesimistas, como los optimistas. En concreto, un 23,46 por ciento cree que la situación va a empeorar algo o mucho (un 15,31% en 2007), mientras un 38,17 por ciento opina que mejorará algo o mucho (26,48% hace dos años).

MERCADO DE TRABAJO

La Encuesta Social 2009 pone también de relieve las consecuencias de la crisis en el mercado de trabajo. De hecho, hace dos años sólo el 2,28 por ciento de los encuestados estaba en paro y este año la cifra se ha elevado hasta el 9,08 por ciento. Además, crece también el porcentaje de entrevistados que está poco o nada satisfechos con su empleo, un indicador que pasa del 4,61% al 6,24 por ciento.

A la par, aumenta el peso de las prestaciones sociales en las fuentes de ingresos de los hogares cántabros y baja el de las rentas del trabajo. Así, en 2007 el 79,51 por ciento de los hogares tenían ingresos del trabajo y ahora son casi cinco puntos menos (el 74,73%). En cambio, crecen casi cinco puntos los hogares que reciben prestaciones contributivas, se duplican los que cobran prestaciones no contributivas y se triplican los que cobran prestaciones de desempleo (del 2,3 al 6,6 por ciento).

ESTADO DE BIENESTAR

Para el consejero, esto demuestra que los mecanismos del estado de bienestar están funcionando y, con ello, se está evitando una "fractura social" que sería "lo peor" que podría pasar a nuestra economía en un contexto de crisis. Según dijo, la crisis "no ha afectado" a la cohesión social ni tampoco a la tolerancia de los cántabros respecto a los extranjeros, ya que cada vez son más las personas que entienden la inmigración como un factor de crecimiento.

A su juicio, otros datos que corroboran el funcionamiento del estado del bienestar es la mejora en la valoración de servicios públicos como la sanidad, o de indicadores como el medio ambiente. Incluye Agudo en esa relación la educación, aunque la encuesta pone de manifiesto que sólo el 41,5 por ciento de los entrevistados está satisfecho con este servicio, frente al 47,4 por ciento de hace dos años.

En este contexto, el responsable de Economía señaló que los cántabros confieren "mayor importancia" al sector público y su actividad, una afirmación que sustenta en el hecho de que se ha reducido el porcentaje de encuestados que opina que las personas dependientes deben ser atendidas por la familia, y en cambio, aumentan los que creen necesarias más residencias y más ayudas económicas.

Sin embargo, esa valoración del sector público señalada por el consejero, contrasta con la pérdida de confianza en las instituciones, que se ha duplicado en los dos últimos años. Igualmente, desciende la confianza en el sistema judicial y en los políticos.

En esta última encuesta casi el 25% de los cántabros asegura que el Gobierno central no le da ninguna confianza, el doble que en 2007 (11,74%). Y también se duplica la desconfianza en el Gobierno autonómico, que pasa del 8,08% al 15,9 por ciento; y en los gobiernos locales, con un ascenso del 8,02% al 18,41 por ciento. Pese a todo, Agudo saca una lectura positiva porque, según dijo, la confianza en la administración autonómica es la que menos desciende.